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Sepulta lodo calles y casas

Fernando Aguilar/
El Diario

2016-11-06

Tras haber desahogado sus casas, habitantes de colonias del norponiente de la ciudad se enfrentan ahora a otra inundación: la tierra de arrastre.

Viviendas y calles quedaron sepultadas con lodo y basura que dejaron las caudalosas corrientes de agua tras la lluvia y granizo que cayó en la ciudad el viernes pasado.
El Arroyo de las Víboras es una de las vialidades más afectadas por esta situación, se constató en un recorrido por la zona.
En una casa que se ubica sobre esa calle, Javier y Arturo eliminaban ayer por la mañana la gruesa capa de lodo.
Como si operaran una catapulta, otros dos hombres más introducían la pala en el fondo del pegajoso material, la presionaban con un pie y lanzaban el contenido hacia la calle, donde, del mismo modo, más capas cubrían la banqueta.
La acumulación del lodo fue mucho más evidente en esa zona porque, desde el punto de vista de algunos vecinos, los caudales de varios arroyos pasan por ahí camino al Río Bravo, donde desembocan.
Más personas en las inmediaciones de la glorieta del bulevar Bernardo Norzagaray, donde se ubica la estructura que popularmente se conoce como el “monumento al cigarro”, también ocuparon todo su domingo en tratar de sacar el lodo de sus viviendas.

Calles desechas
Al ser cauces naturales del agua pluvial que baja de las partes más altas del terreno con dirección al río, el concreto hidráulico y el pavimento de muchas calles del norponiente están prácticamente destruidos e inhabilitados para ser utilizados para circular con seguridad.
El Arroyo de las Víboras quedó lleno de basura y de una serie de enormes cráteres y fracturas del concreto hidráulico en su cuerpo poniente.
Por ejemplo, una de más de dos metros de diámetro se formó a la altura de la calle Calabaza.
Ese cuerpo de la vialidad, por donde todavía escurría agua, no podía utilizarse ayer por la mañana desde esa intersección hasta la avenida 16 de Septiembre, un perímetro que mide, según herramientas geográficas, 1.3 kilómetros.
“Ahí como se puede ver, una parte del concreto del arroyo se ‘madreó’ y la corriente se lo trajo hasta acá”, dijo el hombre que limpiaba la vivienda en el inicio de la calle.
Un recorrido por Ampliación Siglo XXI, Renovación 92 y Puerto La Paz permitió advertir que en esas colonias, la infraestructura vial presenta varios deterioros como baches y fracturas y que, además, está cubierta de piedras, basura y tierra.
Un tramo de la calle Begonias de la colonia Niños Héroes, ubicada a unos pocos kilómetros de la zona Centro quedó también destrozado.
La porción de calle más ‘golpeada’ por el fenómeno natural se localiza entre Plomo y Platino, donde decenas de baches de gran profundidad han vuelto intransitable la vía porque, uno tras otro, no dejan espacio libre alguno como margen para conducir sin caer en ellos.  Los hoyos tapizan el pavimento porque la calle Begonias es el cauce que naturalmente adopta un arroyo que arrastra toda el agua de asentamientos aledaños y lo conduce 260 metros hacia el oriente hasta el Viaducto Díaz Ordaz, su penúltimo destino antes de que por ahí descienda hasta el Río Bravo.
“Para tapar estos agujeros hemos estado tratando de echarle tierra ahí y piedras”, dijo Miguel Márquez, un vecino del sector. “Pero ahorita ya fue mucho. ¡Ya no puede estar gastando uno de su dinero! Y si lo agarran echando tierra también lo molestan. Es una cosa de siempre”.

Urgen colonos ayuda
Molestos, los colonos urgieron a las autoridades del Municipio –especialmente al alcalde Armando Cabada Alvídrez– a poner atención a ese problema, pues afirman se agudiza cada vez más con cualquier tipo de precipitación. 
“Cada que llueve es el mismo problema, cada año. Y luego para que nos limpien, duran mucho tiempo. Ahí andamos sin almorzar con las palas en la mano, sin carretillas. Ya han visto las autoridades, pero no han hecho nada”, comentó molesta una mujer que vive frente a los baches.
De acuerdo con ellos, no a pocos conductores se les han averiado llantas, suspensiones y partes de la carrocería de sus vehículos al caer en los cráteres, algunos de los cuales incluso todavía tenían agua ayer por la mañana pese a que lo que queda del asfalto ya se secó.
Los residentes del sector dicen sentirse hartos de esta situación, pues, aunque el principal problema son los estragos físicos que tiene la calle, la corriente arrastra por el frente de sus domicilios colchones, llantas, cadáveres de perros y montones de basura que van a dar al Viaducto Díaz Ordaz, aseguran.
Cuando ello ocurre, sostienen, el nivel del agua rebasa la altura de la banqueta por un amplio margen y aquélla comienza a meterse a sus viviendas.
Los afectados piden al Municipio que instale concreto hidráulico considerando que la calle Begonias siempre será la que encauce la lluvia acumulada hacia otras partes. (Fernando Aguilar / El Diario)

faguilar@redaccion.diario.com.mx

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