Maricela Morones/
El Diario
En la ciudad, escuelas de reciente creación, lo mismo que otras que llevan años funcionando, operan en condiciones adversas.
Uno de esos casos es el Centro Escolar Revolución, que data de 1939 y se ubica sobre la calle Rafael Velarde y Joaquín Terrazas, y que literalmente se cae a pedazos.
Fue el presidente Lázaro Cárdenas quien ordenó la edificación de esta primaria para que albergara a la mayor cantidad posible de estudiantes.
Las más de siete décadas de antigüedad han dejado huella en este alguna vez magnífico edificio.
El enjarre de los cimientos principales se desprende y se hace añicos al caer en el patio principal. Las tuberías nunca han sido cambiadas y la falta de bancas es un problema.
El piso de madera no sólo ha perdido su barniz, sino que se empieza a quebrar y ya faltan algunos pedazos.
“En el salón de quinto grado hay un hoyo en las maderas del piso, eso se puede desprender y nos da miedo que un niño caiga hasta el sótano”, explica Dulce Carrillo, una de las docentes.
Poco a poco las tablas se comenzaron a desprender. En el aula se observa un hueco rectangular de aproximadamente 30 centímetros de largo por unos 8 de ancho, justo junto a una de las bancas.
Pero ese no es el único problema. Las maestras han optado por pintar el interior de sus aulas en un intento de dar clases en un entorno menos deprimente, pero al paso de algunos meses la humedad vuelve a desprender las capas de pintura.
En el inmueble solamente se utilizan 15 de los 30 salones del edificio: 13 para primaria, en otros dos se imparte inglés y en el último Educación Artística.
La falta de inversión para rehabilitar el lugar ha sido el principal factor del deterioro, comenta la profesora.
Sin infraestructura
En el otro extremo de la mancha urbana la Escuela Primaria Nueva Creación lleva apenas dos años funcionando y es la más reciente de la ciudad, pero también opera con carencias.
La Primaria Nueva Creación fue denominada así por los maestros y padres de familia, pues la Secretaría de Educación y Deporte no le ha destinado un nombre todavía.
Este es el segundo año escolar de la institución, ubicada en el fraccionamiento Cerrada de San Pedro, al suroriente de la ciudad y colindante a un inmenso terreno baldío.
En este lugar aproximadamente 40 niños toman apuntes en una estrecha aula móvil que mide unos 2 metros de ancho por 4 de largo. En total cuentan con 12 aulas móviles.
Martín Gómez Badillo es el director de la primaria desde que comenzaron el ciclo 2016-2017. Refiere que todos los días los más de 400 menores y personal educativo deben de soportar el clima extremoso debido a la falta de estructura adecuada.
Relata que durante la temporada de calor se presentan casos de infantes con hemorragias, deshidrataciones e infecciones estomacales.
Ninguno de los salones móviles que las autoridades de Educación les destinaron tiene preparación eléctrica para colocar un aire acondicionado.
“Tenemos los aires pero no los podemos conectar porque ni luz tenemos”, informa el directivo.
Algunos otros toman clases en tres viviendas que les prestó la constructora, sin embargo por ser tan pequeñas solamente las ocupan 10 a 15 infantes.
Para poder sobrellevar la estadía en el lugar cada uno debe de llevar una botella con agua, ya que el plantel carece también de este servicio. Tampoco tiene drenaje.
Dos baños portátiles fueron destinados para los 400 estudiantes y según Gómez Badillo, pasa hasta una semana para que la empresa encargada de vaciarlos acuda a realizar esa tarea.
Carmelina Frías, madre de una niña que cursa el quinto grado, señala que hay un constante foco de infección en los sanitarios.
“A ella se le llenaron las piernas de granos por lo sucio que están las tazas, me dice que ya no quiere hacer del baño aquí”, destaca la mujer.
El árido terreno en donde se encuentra la institución está cubierto por la ligera arena desértica, que al menor viento provoca remolinos.
“Se llenan de tierra todos los trabajos”, comenta molesto uno de los menores mientras sacude su cuaderno.
Prometen realizar informe
Ante estos casos, la titular de la Secretaría de Educación y Deporte, Judith Soto Moreno, afirmó que desconoce las condiciones de los planteles de la ciudad y que próximamente preparará un informe detallado de la infraestructura de las instituciones.
“Estoy empezando en el cargo y sería muy irresponsable dar una cifra estimada de las escuelas con daño”, aseveró la funcionaria.
mmorones@redaccion.diario.com.mx
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