El Diario
2016-10-30
A 2 mil 797 muertos no les van a llorar, ni les van a cantar como al resto de los que están enterrados en el Panteón San Rafael este 2 de noviembre.
Sin identificar, estas decenas de cadáveres yacen en las fosas individualizadas –antes denominadas fosa común– porque no fueron reclamados por nadie y la Fiscalía General del Estado (FGE) ordenó su inhumación.
El 28 de septiembre, 45 de ellos fueron sepultados sin nombre, sin flores y sólo con un número de identificación por empleados de Limpia.
Muchas de estas personas, algunas de las cuales eran indigentes, murieron en hospitales por causas naturales y otras en algunos hechos violentos.
A todos los cuerpos se les practican análisis técnicos y científicos para obtener su perfil genético, ficha decadactilar, fotografías del fallecido y de las prendas que vestía al momento de la muerte, odontograma, informe médico de necropsia y otros que permiten su futura identificación.
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