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Buscan a los suyos entre tumbas sin difuntos

Cinthya Ávila/
El Diario

2016-10-29

No todo es color y nostalgia. En el panteón Tepeyac una fosa está descubierta, como si fueran a inhumar a alguien, pero no. Se trata de un sepulcro profanado.
Al asomarse ligeramente se puede ver que ya ni siquiera está el ataúd de quien ahí descansaba. A su alrededor hay partes de la plancha de concreto y lápida que quebraron para violar la morada.
En el cementerio de la Chaveña el escenario es menos grotesco, pero también se puede apreciar. Una losa fue destrozada y apenas puede leerse el nombre del difunto.
El espacio que fue cavado para enterrar a esa persona fue mancillado. La caja tampoco está.
A unos días de la celebración del Día de Muertos, juarenses comenzaron a revivir los camposantos y se han encontrado con esta clase de escenarios durante sus visitas.
El panorama puede sentirse más tenebroso en el Tepeyac, donde es frecuente encontrarse tumbas dañadas parcial o totalmente.
A algunas les han robado la cruz, su estructura de mármol o el barandal, en aquellas que están protegidas por pequeñas jaulas.
Pero en otras quienes cometieron estos actos fueron más allá, pues ya ni si quiera están los féretros y dejaron las fosas a expensas de los curiosos, quienes se asoman para corroborar que en ese espacio queda nada más un marco, que rodeaba el ataúd.
Rubén Olivares Méndez es uno de los afectados, aunque reconoce en menor medida, comparado con otros.
Durante una visita reciente que hizo a la tumba de su padre la encontró destruida y tuvo que reponerla. En ello invirtió aproximadamente 500 pesos.
Otras de las personas que acudieron comentaron que los hechos vandálicos son frecuentes, así como el acumulamiento de basura y maleza.
En un recorrido se pudo observar que las orillas de dicho lugar se han convertido en tiradero de escombro y llantas.
Los quejosos aseguraron que ya se inconformaron ante diferentes instancias para que limpien, pero el llamado no ha sido atendido.
Aunado a ello, y con motivo de la creciente afluencia, diversos personajes que acuden a auxiliar a quienes visitan a sus difuntos ‘revivieron’.
Músicos, pintores de lápidas y aquellos que se ofrecen para limpiar las moradas se reactivaron desde este fin de semana, según comentaron.
En la entrada de los panteones se apostaron hombres cargando palas y botes con agua para ponerse a disposición de quienes iban llegando.
Jesús Nevares Medina, de 45 años, es uno de ellos. Arrastrando una carreta montada con toda clase de herramientas iba en busca de que alguien lo “ocupara”.
Los que le cantan a los muertos tampoco desaprovecharon la oportunidad. Juan Hernández, de 53 años, y originario de Veracruz asistió en compañía de su hijo a tocar unas melodías.
“Es la necesidad lo que lo lleva a uno a hacer a estas cosas”, comentó.
Los comerciantes también iniciaron actividades. A las afueras del Tepeyac vendedores de rosas, arreglos florares y comida se colocaron en sus respectivos puestos. (C. Ávila)

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