Luz del Carmen Sosa/
El Diario
Francisco y Nadia pasaron los últimos 11 años de su vida construyendo la casa que ayer en la madrugada arrasó el fuego. Aunque los bomberos y un amigo albañil aseguraron que las paredes de block de concreto resisten y se puede reparar la vivienda, el matrimonio carece de recursos económicos, pues todos sus ahorros también se quemaron.
El siniestro se registró ayer las 03:15 horas en la calle Diego y Yo y Soneto 154 número 2539, de la colonia Sor Juan Inés de la Cruz.
Desde las tres de la mañana de ayer la pareja no durmió. Sus hijos llegaron a la casa de dos pisos cuando las llamas envolvían la parte superior del hogar paterno y con impotencia observaban cómo era consumido el sitio al que llegaron 15 años atrás, cuando era un simple terreno en medio del llano.
Con las manos, brazos y rostro tiznados, el chofer de transporte de personal agradece haber llegado a su casa a tiempo para salvar a su mujer y a su nieto de 12 años que vive con ellos.
Martín Francisco García Rosales explicó que su esposa padece diabetes y la noche del martes tuvo mucho calor por lo que encendió el aparato de aire acondicionado que tienen instalado en la recámara.
Nadia Villa se quedó dormida y sintió cuando el aparato se apagó, pero el sueño la venció y sólo despertó cuando sintió el calor y percibió el humo.
“Hizo un corto el aire y empezó a arder el closet de madera, cuando me levanté estaba prendido todo, estábamos mi esposa, mi nieto y yo y no hubo lesionados, los saqué a tiempo”, dice el padre de familia.
Mientras era auxiliado por sus vecinos, amigos y parientes, el afectado dijo que el personal del Departamento de Bomberos acudió en forma oportuna y agradeció su atención; sin embargo, destacó el apoyo de los demás residentes de la colonia pues con cubetas mojaron la planta baja para que las llamas no alcanzaran la sala y el comedor.
Al lugar acudieron bomberos en tres máquinas extinguidoras para controlar la conflagración y posteriormente elaboraron el peritaje correspondiente.
La familia que se salvó de morir entre el fuego se dice dispuesta a seguir adelante, pues sólo sufrieron pérdidas económicas y todos salieron ilesos.
Ayer se preparaban para pasar la noche en casa de su hijo; esperan que a la brevedad posible puedan empezar a reparar su hogar.
Martín Francisco dice que lo más apremiante para él y su familia es el material de construcción para construir el techo. Lo demás, asegura, puede esperar. (Luz del Carmen Sosa / El Diario)
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