Jugaba carreras, choca, embiste a ciclistas y vuelca

El Diario

Momentos de angustia vivieron unos ciclistas que ayer circulaban por el bordo del Río Bravo cuando una camioneta, cuyo conductor jugaba carreras, se brincó la banqueta y los embistió en una curva del bulevar Juan Pablo II, justo debajo del puente internacional Córdova-Américas.

El saldo fue de dos mujeres deportistas heridas por los golpes y dos tripulantes de la camioneta con golpes de consideración, mismos que fueron atendidos por paramédicos de la Cruz Roja y trasladados a diversos hospitales.
Debido al exceso de velocidad a la que era conducida, la camioneta Jeep Liberty negra chocó con un poste de concreto, brincó una barrera metálica y finalmente quedó volcada en el cauce del Río Bravo, con daños totales.
“Sentí como un golpe y luego estaba en el piso; mi amiga sí salió volando. Todo fue bien rápido que no nos dimos cuenta”, dijo la ciclista Luz Alicia Ayala, quien logró ponerse de pie pese a las lesiones.
Junto con ella fue atendida la otra deportista de nombre Soyla Ríos, quien sí presentaba un cuadro más grave de salud. Ambas de 50 años de edad.
El peritaje de la Dirección de Tránsito refiere que en la camioneta Jeep Liberty viajaban cinco personas, presuntamente estudiantes de la Universidad Central.
Dos de ellos –atendidos por paramédicos y llevados a hospitales– fueron identificados como Edgar Osiel Jurado e Iris Facio Estrada, ambos de 19 años.
Familiares de los afectados acudieron a la zona del accidente llorando y se tranquilizaron hasta que pudieron abrazarlos y ver que sus lesiones no eran de gravedad.
Hasta ayer se desconocía quien tripulaba la camioneta. Pero un reclamo generalizado de los ciclistas es que una adolescente que venía en esa unidad se preocupó más por la pérdida de su laptop en el accidente, que por ayudar a los heridos.
Agentes de Vialidad determinaron que el automotor perdió control en una curva del bulevar Juan Pablo II, brincó la banqueta, pegó con un poste, se desplazó unos 50 metros hasta pegar con una barrera metálica y terminó en el muro del río.  (Francisco Chávez / El Diario)