Fernando Aguilar/
El Diario
Los frecuentes hundimientos del colector Zempoala desquician a quienes residen o trabajan cerca del tramo de la avenida Hermanos Escobar que va desde la avenida Adolfo López Mateos hasta la calle Estocolmo, pues, con desesperación, ven interminable esta serie de colapsos.
Fue el 1 de febrero de 2013 cuando el primer incidente de este tipo se registró en alguna parte de ese punto, indica un seguimiento periodístico.
Desde entonces se han presentado uno tras otro: uno el 12 de diciembre de 2015, otro el 14 de agosto de 2016, uno más el 20 de septiembre y un cuarto el 20 de octubre, este último el que mantendrá bloqueado el tramo de 280 metros al menos hasta el martes.
Además, la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS) cerró “de manera preventiva” la zona el 4 de agosto y la perforó para “dar mantenimiento” a la tubería el 3 de octubre.
Cada uno de los hundimientos ha implicado el cierre del tramo por varios días, una situación de la que vecinos como Jesús Alfonso Luna García, un profesor universitario jubilado, se quejan porque trastorna sus vidas.
El hombre y otro residente, un médico que no quiso dar su nombre, aseguran que en todas estas ocasiones, el servicio de agua les ha sido interrumpido temporalmente mientras los trabajadores llevan a cabo las reparaciones.
Esta última fuente afirmó que, en su caso particular, el suministro ha sido muy inconstante a lo largo de todos estos meses.
“Claro que sí afecta”, indicó. “Ha sido un verdadero desorden. Ya estamos hartos de esta situación. Han tenido cerrados los dos accesos completamente, desde la (avenida) Plutarco (Elías Calles) y hasta acá (Adolfo López Mateos)”.
Por otro lado, cuenta Luna García, con los bloqueos los automovilistas deben rodear distancias muy largas cuando se disponen a regresar a casa por la avenida Adolfo López Mateos, una vialidad que corre de norte a sur.
Para Alberto, el encargado de un negocio de autolavado localizado sobre la avenida Hermanos Escobar, frente a una sala de masajes, el cierre de la vía afecta en demasía porque provoca que los clientes no puedan llegar.
Como consecuencia de esta situación, comentó, los responsables del establecimiento han tenido que colocar un mensaje sobre la avenida perpendicular para indicarles a los interesados que pueden pasar aunque la Hermanos Escobar esté cerrada. (Fernando Aguilar / El Diario)
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