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El Diario
Como en los tiempos de mayor violencia, los cuerpos de Rescate de Ciudad Juárez y el Valle vuelven a trabajar atemorizados por los grupos criminales que les impiden atender a heridos de bala y personas quemadas derivados de hechos violentos.
Aún así, los rescatistas aseguran que “ese es nuestro trabajo y lo tenemos que hacer, pero tomando nuestras precauciones”.
Los protocolos de seguridad implementados aquí durante la narcoguerra fueron reforzados durante las últimas semanas, al grado de que paramédicos ya no se acercan a la escena de un crimen a menos de que esté resguardada por la Policía, dieron a conocer comandantes del Departamento de Rescate Municipal y de la Cruz Roja que pidieron el anonimato por razones de seguridad.
Revelaron que viviendas incendiadas por criminales y decenas de heridos de bala se han dado recientemente en los municipios de Guadalupe D.B. y Praxedis G. Guerrero, sin embargo bomberos y paramédicos de aquella zona han tenido que replegarse en sus estaciones debido a la amenaza de comandos armados, que les ordenan no acercarse o de lo contrario habrá represalias en su contra.
“Lo que están haciendo es que nos hablan a nosotros (a Juárez) pero tampoco nosotros nos acercamos”, dijo un comandante de paramédicos.
Efrén Matamoros Barraza, director de Protección Civil Municipal, dijo que con el incremento de hechos violentos, es necesario reforzar la integridad de los paramédicos, por lo que sólo se acercan cuando son escoltados por policías.
“Siempre que hay este tipo de eventos (los rescatistas) se acompañan de Seguridad Pública para cuidar, tanto a los paramédicos como a la persona que está ahí herida en la ambulancia y así evitar que en un momento sean blanco (de los delincuentes)”, dijo el funcionario.
El repunte de los índices de inseguridad se refleja en las cifras que lleva el Departamento de Rescate, que de atender a un promedio de 10 heridos de bala hasta junio de este año, incrementó a 30 durante los últimos cuatro meses, es decir, que se triplicó el numero de atenciones.
Una tendencia similar arrojan las homicidios dolosos documentados por la Fiscalía General del Estado (FGE), que de un promedio de 15 a 20 asesinatos por mes en Ciudad Juárez, de julio a octubre se alcanzaron cifras de 50 a 60 crímenes en ese mismo período.
Previo a una reunión con el alcalde Armando Cabada Alvídrez en la Dirección de Protección Civil el pasado miércoles, personal del Departamento de Rescate comentó a El Diario que sus colegas en el Valle les han pedido el auxilio debido a las amenazas que han sufrido, puesto que los cuerpos policiacos de esa zona también están bajo el yugo del crimen organizado.
Además de que les han pedido apoyo para que los rescatistas juarenses se acerquen al Valle a atender a los heridos, petición que aún se encuentra en análisis debido al grado de riesgo, informó un comandante de Rescate.
Es decir, que en el Valle hay personas baleadas e incluso asesinadas de las que no se da a conocer, concluyó la fuente consultada.
“Lo que nos dicen es que han estado incendiando casas. Ellos no pueden ir porque están amenazados, ni bomberos ni los paramédicos y lo que quieren es que les ayudemos”, dijo.
En la práctica, los protocolos de seguridad dentro de los Cuerpos de Rescate se han mantenido, pero durante los últimos meses se han reforzado debido al riesgo de su labor, se dio a conocer.
Aún así, su función es la de auxiliar a las personas heridas, ya sea por una simple enfermedad o hasta por lesiones de arma de fuego, dijo un jefe de paramédicos de la Cruz Roja.
“En todo hecho violento tiene que estar Seguridad Pública. Son protocolos que se siguen desde hace años. En un hecho violento la ambulancia no puede acercarse porque no es seguro”, dijo.
Matamoros Barraza manifestó que los protocolos de seguridad han servido para mantener a salvo a los rescatistas y a los heridos en hechos violentos.
“Cuando se llega a la escena, los primeros que llegan es la autoridad policiaca. Sólo se atiende si está herido y cuando se sale de ahí sólo se hace con unidades de Seguridad Pública”, dijo.
La masacre de cinco hombres dentro de una barbería el miércoles en la colonia Terrenos Nacionales, es un ejemplo del recrudecimiento de la violencia en la ciudad.
Menores de edad con uniformes escolares colgados de la cinta roja que delimita la escena del crimen, detenciones masivas de peatones como presuntos sospechosos y un estrangulamiento del tráfico vial en avenidas principales por varias horas, volvieron a tomar la atención de los fronterizos.
De acuerdo con estadísticas de la Fiscalía General del Estado Zona Norte, octubre es el mes más violento de lo que va del año, sumando 68 homicidios dolosos, para un total de 424 de enero pasado a la fecha. Es decir, poco más de 100 en comparación con los 312 crímenes que se registraron aquí en todo el 2015.
Recrudece la violencia
Archivos periodísticos indican que el embate de los grupos criminales se ha exacerbado en el Valle de Juárez, atentando contra la población civil e incluso emboscando a los cuerpos policiacos.
El domingo 2 de octubre un comando cimbró de terror a los habitantes de la Colonia Esperanza, en el municipio de Praxedis G. Guerrero, cuando ejecutó a un hombre con 172 disparos de arma de fuego frente a una plaza pública, en un hecho pocas veces visto en contra de una sola persona, dio a conocer personal de la Fiscalía que lleva la investigación del crimen.
Ese fue el segundo homicidio con esas mismas características que se registró en esa zona en menos de una semana, refieren archivos periodísticos de El Diario.
En resumen, dos hombres fueron masacrados con 232 disparos de arma larga. El primero de ellos, el martes 27 de septiembre, y el segundo, el domingo 2 de octubre, sin que las autoridades hayan dado con los responsables.
El miércoles 14 de septiembre decenas de sujetos armados emboscaron a elementos de la Fiscalía General del Estado y les dispararon cuando realizaban un rastreo en el Arroyo del Navajo (donde se han localizado restos óseos de adolescentes desaparecidas), en el municipio de Praxedis G. Guerrero.
Policías ministeriales que custodiaban el trabajo de agentes del Ministerio Público repelieron la agresión, pero al verse superados por el número de pistoleros, que se informó eran alrededor de 20 sicarios, decidieron huir corriendo.
El lugar está ubicado en las faldas de la Sierra de San Ignacio, a un máximo de 10 kilómetros del poblado El Porvenir, por la entrada del poblado J. Paredes, en el kilómetro 75 de la carretera Juárez-Porvenir.
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