Maricela Morones/
El Diario
Karen Castillo acude todos los días a la primaria “Nueva Creación” para preguntar si hay un cupo para su pequeño hijo de seis años.
Vive justo detrás del plantel pero el menor quedó fuera del sorteo que realizó la institución al iniciar el ciclo escolar 2016-2017.
Su hijo está en una lista de espera junto a otros 70 niños que aguardan por un lugar en diferentes grados.
Este lugar está ubicado en el fraccionamiento Cerrada de San Pedro, al suroriente de la ciudad, la última edificación de la zona.
Castillo se vio obligada a inscribir al pequeño en una institución que queda a más de cinco kilómetros de su hogar.
Paga 170 pesos semanales a una vecina para que lo lleve y lo traiga toda la semana.
“Me dice el director que venga a diario pero siempre me dicen que no hay cupo, y para nosotros es caro tener que pagar para que lo lleven todos los días hasta allá”, platica la desesperada madre de familia.
Ante la negativa de Martín Gómez Badillo, director de la institución, quien afirma que no pueden recibir a más niños, ella se retira.
Actualmente la escuela tiene nueve salones móviles y 400 estudiantes, cada uno consta de entre 35 a 40 estudiantes.
La mujer narra que tanto ella como su esposo laboran en una empresa maquiladora, por lo que no puede llevar personalmente a su hijo a la alejada primaria.
“Casi lo que gano se me va en pagar estas cosas, siendo que la escuela que a él le toca está a la vuelta de nuestra casa”, argumenta.
Destacó como una irregularidad el hecho de que no se haya tomado en cuenta a los infantes que radican cerca de la escuela.
Ante esto, el directivo explicó que la demanda es muy alta y que no están en condiciones de recibir a más estudiantes porque no hay la infraestructura adecuada.
También descartó la posibilidad de tener un segundo turno, ya que este lugar carece de energía eléctrica y la seguridad adecuada para albergar menores durante entrada la tarde.
“Yo lo entiendo pero alguien debería ayudarnos, no somos uno ni dos, somos como 70”, reclama la madre de familia.
Luego de casi 15 minutos de espera para hablar con el directivo, optó por retirarse y volver en los próximos días para ver si algún niño de primer grado dejó de ir para que su hijo tome ese lugar. (Maricela Morones)
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