Fernando Aguilar/
El Diario
Comerciantes formales que operan entre la avenida Ignacio Mariscal y la calle La Paz, en la zona Centro de la ciudad, se quejaron de que los vendedores ambulantes utilizan la banqueta como tiradero de basura y desperdicios, lo que genera malos olores y mal aspecto.
Paradójicamente, a unos metros de donde han tendido la mercancía que venden hay un letrero amarillo que prohíbe arrojar desechos a la vía pública.
Aunque reconocen que el camión recolector sí se lleva la basura con frecuencia, los inconformes consideran que el basurero es un claro signo de que la autoridad tolera esa falta, pues esa acera, como todas las demás, no fue diseñada para ese fin.
Arrojar desperdicios a la vía pública es una acción sancionada por el Reglamento de Policía y Buen Gobierno del Municipio.
El artículo 9 de aquella disposición cita que constituyen infracciones tirar o abandonar en lugares públicos, lotes baldíos o fincas abandonadas animales muertos, escombro, basura, sustancias peligrosas, llantas u objetos que puedan dañar el medioambiente.
De acuerdo con un reporte del Gobierno Municipal que puede consultarse en la sección de Transparencia de su página de Internet –que sólo arroja cifras del primer trimestre del año–, en enero fueron detenidos por tirar escombros o basura 5 hombres y tres mujeres.
En febrero, indican los datos de la fuente gubernamental, sólo un hombre fue arrestado por realizar estas acciones.
Sobre la situación de la que se quejan, un trabajador de una dulcería, quien prefirió que su nombre no fuera publicado, lamentó que de unos años a la fecha no hay un oficial de la Policía Municipal que cuide el área para evitar que la gente tire basura.
El Diario visitó la zona y documentó que sobre la banqueta permanecen decenas de cajas y bolsas que contienen desperdicios orgánicos, cartones y papeles de varios tipos.
“Hay gente que ve el camión de basura y no la tira. El camión se queda ahí 40 minutos. Hasta que se arranca van y tiran la basura. Ya se les hizo maña. En otras administraciones habían detenido gente y ya cuando te cuesta, te pega en la bolsa, empiezas a respetar un poquito más”, señaló el empleado.
Esta clase de problemas preocupa de manera muy especial a las organizaciones que se dedican a trabajar a favor del ambiente como Juárez Limpio, cuyos miembros han manifestado en varias ocasiones que hace falta mayor sensibilización para que la gente mantenga limpios los espacios públicos. (Fernando Aguilar / El Diario)
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