Blanca Carmona/
El Diario
El asesinato de un juez federal en el Estado de México, fue considerado por magistrados locales como un signo de la inseguridad que impera en el país y lo que les infunde es miedo para resolver asuntos delicados.
El lunes pasado Vicente Bermúdez Zacarías, juez Quinto de Distrito de Amparo y Juicios Civiles Federales en el Estado de México, fue asesinado en calles de un fraccionamiento en Metepec. La víctima recibió un disparo en la cabeza por un sujeto que lo sorprendió por la espalda.
“Sentimos temor como juzgadores porque si eso le pasa a un magistrado de más alta investidura, si no se le tiene respeto imagínese a nosotros que somos del fuero común y sobre todo si esto queda impune”, indicó un juez de Control.
“Nada más hacemos nuestro trabajo y esto es un ejemplo de la inseguridad imperante en el país a la que todos estamos expuestos a ser víctimas y por la actividad que desempeñamos, en este caso como juzgador, un cargo a veces difícil porque siempre va a haber aun cuando la función se desempeñe con apego a derecho alguien inconforme con una resolución”, consideró la titular de un Tribunal de Enjuiciamiento que pidió la reserva de su identidad.
“Podríamos creer que el homicidio sí fue por el trabajo que realizaba el juez o por un asunto que haya conocido, la forma en que lo mataron genera esa suspicacia. Podría ser que a alguien no le pareció una resolución o se vio afectado, y pues lo único que revela esto es la inseguridad a la que estamos expuestos todos y en especial los magistrados”, expresó otro juez de Control.
Otros jueces consideraron que en los juzgados no se cuenta con la suficiente seguridad para hacer frente a un ataque armado.
“Aquí no hay una verdadera o eficaz vigilancia. Se han llevado a cabo audiencias complicadas y no contamos con seguridad, bien puede venir un comando y llevarse a los procesados. Yo consideró que sí faltan mecanismos de seguridad y más tomando en cuenta que son audiencias públicas donde entran víctimas, familiares de los imputados y también están presentes los justiciables”, dijo un juez local.
En el caso de la Ciudad Judicial a la entrada del inmueble se instaló un arco detector de metales y los encargados de la vigilancia son el personal de una compañía de seguridad privada. En los juzgados de Distrito también existe un detector de metales y quienes vigilan el acceso y salida de los visitantes son agentes adscritos a la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM).
bcarmona@redaccion.diario.com.mx
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