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Rescatan a estudiantes de la deserción escolar

Maricela Morones/
El Diario

2016-10-17

Casi al concluir la secundaria, los gemelos Jesús y Abraham Segundo recibieron la noticia de que no iban a poder seguir estudiando. Los pocos recursos económicos en su hogar resultaban insuficientes para cubrir el gasto de la preparatoria.

En su hogar el único ingreso seguro proviene del trabajo de su mamá como obrera en una maquiladora.
“Mi mamá no nos iba a poder pagar la escuela, somos dos y gana poco, la única opción era meternos a trabajar”, dice Jesús, de 15 años.
Aunque su madre trabaja hasta 14 horas diarias, el sueldo no le es suficiente para sufragar los gastos de la casa y la escuela.
Como ellos, cuatro de cada 10 estudiantes juarenses que concluyen la secundaria, descartan la oportunidad de tener un lugar en el siguiente nivel educativo, de acuerdo con datos oficiales.
Son miles los egresados de primaria o secundaria que por distintas causas, principalmente económicas, no se inscriben para continuar sus estudios, de acuerdo con Alianzas Educativas, una agrupación civil que se ha dado a la tarea de contactar a menores en estas circunstancias para animarlos y apoyarlos a continuar con sus estudios.
Rafael Hernández, titular de esta agrupación no gubernamental, asegura que ellos ubican, trasladan y concientizan a los menores de tercero de secundaria de zonas vulnerables.
Son canalizados a las instalaciones de este organismo, ahí reciben pláticas informativas, talleres y conferencias que amplían su panorama estudiantil y sobre todo la importancia de seguir en las aulas, explicó.
Entre los adolescentes rescatados está el caso de los gemelos Jesús y Abraham, quienes aseguran que para su mamá era prácticamente imposible seguirles costeando inscripciones, uniformes, materiales escolares y transporte.
Actualmente los adolescentes cursan el primer semestre en el Cbtis 270 debido a la intervención de Alianzas Educativas.
“Nos dan apoyo para las inscripciones y para el transporte, nosotros ya estábamos resignados a mejor irnos a trabajar”, externa el preparatoriano.
Hernández afirma que la mayoría de estos menores en esa condición prefieren buscar un empleo al ver la imperante necesidad de sus hogares, que seguir sus estudios.
Matilde Segundo es madre de Jesús y Abraham, afirma que sola no hubiera podido solventar los gastos que generan dos hijos en preparatoria.
“En un principio sí estaba muy decaída porque uno como madre busca darles lo mejor pero no puedo, no me alcanza”, asevera la mujer.
Actualmente los alumnos se desempeñan como jefes de grupo en sus respectivos salones y forman parte de la rondalla de la institución.
“Ponemos todo de nuestra parte y tratamos de sacar buenas calificaciones no queremos fallarle ni a los de Alianza ni a nuestra mamá”, dice Jesús.
Platican que a pesar de los apoyos de la agrupación, las carencias continúan y es por eso que los fines de semana trabajan en un puesto de comida de un mercado cercano a su hogar, sin descuidar las clases.
“Ganamos poco pero con eso ya casi no le tenemos que pedir dinero a mi mamá”, explica mientras acomoda sus libros.
Hernández expresó que hay una preocupación muy grande por la deserción que se genera cada ciclo escolar en los salientes de secundaria.
En base a sus registros, de 100 menores que ingresan a primaria, 77 continúan en la secundaria y de ellos solamente 58 ingresan a preparatoria.
Según la categoría educativa del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), por cada 100 chihuahuenses solamente 21.4 concluyeron la preparatoria.
Otras de las causas de la deserción son la dispersión de las viviendas y la lejanía de las instituciones, falta de transporte e inseguridad en los trayectos del hogar al plantel y viceversa.
En el 2015 Alianzas Educativas tuvo la intervención en 8 mil 331 estudiantes de 52 secundarias. En lo que va de este ciclo escolar han impactado a mil 600 adolescentes de tercero de secundaria, se informó.
Además de manera particular entregan apoyo a 55 alumnos que han detectado con mayores carencias económicas.
Los miembros de Alianza han concretado también becas en planteles particulares que se apegan a las habilidades de los adolescentes de escasos recursos.
“Los chavos deben de vencer el miedo de arriesgarse de ir al siguiente nivel, sabemos que hay muchas cosas en contra pero también hay un mejor futuro que los espera”, dijo Hernández.
En la entrevista, asevera que con estos talleres los participantes tienen mayores aspiraciones, como concluir una carrera universitaria.
Relacionado a esto, se les muestra cuáles son las profesiones con mayor demanda y mejor remuneradas en la localidad.
“La finalidad de este proyecto es que ellos tengan una mejor calidad educativa y que en un futuro sean profesionistas comprometidos con su ciudad”, emitió.
Aunque el proyecto es naciente, esperan generar un buen impacto social y además que la comunidad se sume a estas actividades de apoyo. (Maricela Morones / El Diario)

mmorones@redaccion.diario.com.mx

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