Fernando Aguilar/
El Diario
Especialistas de la salud llaman a no ignorar los padecimientos alérgicos y asmáticos que en la temporada de otoño siempre repuntan, “porque en el ambiente se mantienen factores que los desencadenan, como el polen”.
Los médicos coinciden en que una buena parte de la solución al problema consiste en conocer a detalle lo que desata uno de estos episodios.
Rubén Villegas Heredia, alergólogo miembro del Colegio de Alergólogos de Chihuahua, explicó que las alergias empiezan como enfermedades aparentemente inofensivas, lo que hace a quienes las padecen menospreciarlas pensando que se esfumarán rápido.
Sin embargo –dijo– las personas que experimentan su primer episodio lo harán en forma repetitiva por períodos cada vez más largos, que pueden ser de hasta 50 años o más.
Por estos motivos, médicos de la Jurisdicción Sanitaria II recomiendan adoptar medidas que aunque parecen ser muy generales, son efectivas por básicas y sencillas.
Algunas son usar lentes para evitar el contacto directo con partículas que arrastra el viento, lavarse con frecuencia las manos y evitar salir cuando haya viento fuerte, indicó Roberto Alejandro Suárez Pérez, epidemiólogo de esa división de la Secretaría de Salud.
Jorge Portillo Rodríguez, coordinador de Salud Pública de la misma jurisdicción, aconsejó mantener limpios los patios y los frentes de las viviendas, pues el crecimiento de hierbas está relacionado con las alergias.
De acuerdo con Villegas Heredia, no obstante, tan cierto es que no todas las personas son propensas a experimentar padecimientos alergénicos que, incluso, hay familias enteras que nunca las van a conocer.
Pero cuando aparece por primera vez el episodio, el cuerpo humano reconoce a la sustancia que lo produjo como un ‘enemigo’ y se defiende; la respuesta natural del sistema inmunológico es una reacción exagerada básicamente de inflamación.
“La alergia es inflamación”, comenta el experto. “Se inflaman en forma notoria la nariz, los ojos y los bronquios. Muchas veces la gente confunde los síntomas de la alergia con un resfrío, porque puede traer moco en abundancia, estornudos, comezón, congestionamiento, lagrimeo, ojos rojos y comezón”.
Otros síntomas pueden ser tos inexplicable acompañada de flemas, dificultad para respirar y, cuando el mal adquiere grandes dimensiones aparece también una especie de chiflido en el pecho.
Luego el problema puede ir más allá, pues utilizar muchos medicamentos para la alergia tarde o temprano trae complicaciones digestivas como gastritis y colitis, y en casos más graves alta presión arterial y diabetes prematura.
“Una persona gasta mucho en tratamientos para calmar las molestias y se va llenando de enfermedades poco a poco. Cuando llega a la edad adulta, tiene muchas complicaciones por tanto medicamento que utilizó”, comentó el médico.
Por ese motivo las personas que sufran severas alergias en otoño y primavera deben considerar hacer una visita al consultorio de algún alergólogo para conocerlas de fondo.
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