Fernando Aguilar/
El Diario
La única planta de lavado del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) que le da servicio a los tres hospitales, 14 clínicas y cuatro guarderías en la ciudad enfrenta una crisis porque opera en medio de maquinaria obsoleta y bajo condiciones improvisadas, denunció el sindicato de trabajadores de ese organismo.
Ubicado detrás de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) 34, en ese centro son higienizadas todas las batas, sábanas, ropa quirúrgica y prendas que usan los derechohabientes, dijo Víctor Manuel Rivera Villarreal, secretario del Ulterior y Propaganda de la organización gremial aquí.
Diariamente llegan a ese lugar unos 4 mil kilos de ropa en cada uno de los dos turnos, de los cuales sólo pueden ser lavados cerca de 2 mil 800, aseguraron empleados, quienes lamentaron que muchas de estas prendas se van rezagando para el día siguiente.
Consultada para pedirle una postura respecto a estos señalamientos de los que, según Rivera Villarreal, la Delegación Estatal está al tanto, la oficina de Comunicación Social del IMSS detalló que el Instituto no haría ningún comentario.
“Los trabajadores ya están desesperados porque no hay solución. No queremos que la parte institucional vaya a decir que la solución sería subrogar la planta de lavado, ya que no habría dinero que alcance porque el Instituto quiere subrogar todo lo que tiene descompuesto”, dijo Rivera Villarreal.
El Diario visitó aquella infraestructura el sábado por la mañana y comprobó que, por ejemplo, de cinco lavadoras, sólo tres funcionan y no a su máxima capacidad.
Así mismo, documentó que estos aparatos y las secadoras, las cuales –aseguran empleados– se abren en plena operación y ya no expulsan por sí mismas la ropa, tienen piezas soldadas, improvisadas y hasta ‘hechizas’, así como que al recinto lo rodean algunas irregularidades.
Por ejemplo, en una serie de tuberías colocadas en el techo del acceso principal, que llevan agua caliente para generar vapor, hay unos botes que cuelgan de ellas para captar el líquido que se fuga.
En el cuarto inmediatamente anterior al que alberga las lavadoras, decenas de costales que contienen ropa sucia están apilan uno sobre el otro.
A estos defectos se le suma el hecho de que, según denuncian miembros del sindicato, la planta de lavado carece del químico con el que debe limpiarse la ropa que llega manchada de sangre, por lo cual ese tipo de prendas no ha podido ser procesada.
De acuerdo con Rivera Villarreal, todo este equipamiento, reportado desde hace al menos cuatro años, ya fue dado de baja por el IMSS, pero continúa utilizándose porque es lo único con lo que cuentan quienes desempeñan sus labores ahí.
“Necesitamos que la dirección central del Instituto tome cartas en el asunto y reequipe la planta de lavado, ya que al fallar las pocas lavadoras que tenemos, se va a parar la operación de los hospitales y las unidades de medicina familiar en Ciudad Juárez”, señaló.
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