Fernando Aguilar/
El Diario
La comunidad de instructores y practicantes de zumba de esta frontera se unió el sábado para formar un gran lazo humano de color rosa que les recuerde a las mujeres la importancia de prevenir el cáncer de mama, justo en octubre, mes internacional de la sensibilización sobre este tema.
Los voluntarios, unos 100, dibujaron este símbolo universal de la lucha contra este mal en la explanada del Parque Extremo y con esta actividad arrancaron una serie de eventos que realizaron en el transcurso del día: un vistoso desfile de carros decorados y un zumbatón.
Gilda Arroyo, coordinadora de la sesión de baile y ejercicio, explicó que por tercer año consecutivo esta iniciativa busca recabar fondos para que Aprocáncer financie tratamiento a hombres y mujeres que sufren de este padecimiento.
De acuerdo con Eloísa Ramírez Delgadillo, administradora de esa institución, tan sólo una sola sesión de quimioterapia puede costarles a los pacientes entre 8 mil y 64 mil pesos, cantidades que fácilmente pueden rebasar los cientos de miles de pesos considerando que hay pacientes que requieren entre tres y cinco de ellas cada semana.
En la actualidad, 28 mujeres reciben ahí su terapia para quedar libres del cáncer de mama, pero otros 42 beneficiarios entre los cuales se hallan hombres, mantienen una batalla contra otros tipos de la enfermedad.
Conscientes de lo duro que puede ser pagar esas sumas de dinero, los organizadores pusieron en marcha el zumbatón y lograron vender, según Gilda, más de 300 pulseras de entrada.
“Mi mamá es sobreviviente de cáncer de seno y hace 16 años que nosotros salimos adelante. Mi mamá con una buena disposición salió adelante. En ese tiempo nosotros tuvimos que vender nuestros autos y conseguir dinero de donde podíamos, porque no sabíamos que existían grupos o asociaciones como Aprocáncer”, explicó la coordinadora.
Luego de tomarse una fotografía para dejar un recuerdo del moño que formaron, los participantes abordaron sus autos adornados con flores, globos y listones, para exhibirlos por una gran parte de la avenida Tecnológico para llegar a un gimnasio privado en el cruce con Ejército Nacional, donde a las 10 de la mañana comenzarían a bailar.
“Hace tres años acudí a un evento de Aprocáncer. Vimos las necesidades que hay y no dudamos en hacer esto cada año”, dijo la instructora de zumba.
El primer año que emprendieron la iniciativa lograron reunir poco menos de 5 mil pesos, pero en la siguiente edición, realizada en 2015, juntaron 21 mil pesos, detalló.
“Queremos que cada vez más mujeres se unan. Cada vez hay más cáncer; va en aumento. Quiero generalizar: no nada más cáncer de mama, sino de otros tipos y en hombres y mujeres”, dijo Ramírez Delgadillo.
faguilar@redaccion.diario.com.mx