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El Diario
A Joaquín Guzmán Loera “El Chapo” no le preocupa ser extraditado a Estados Unidos, lo que le atemoriza es volverse loco dentro de la cárcel, fue la denuncia que ayer emitió la abogada del narcotraficante, Silvia Delgado, al dar a conocer una serie de oficios que constatan los presuntos abusos cometidos contra el reo, internado en el Cefereso 9 Norte de Ciudad Juárez.
La defensora hizo públicos una serie de arbitrariedades, que ella considera, se han cometido en contra de su cliente de parte de autoridades penitenciarias —recluido en esta frontera desde el 7 de mayo—, lo cual atenta contra sus derechos humanos, según refirió.
“Su grado de depresión es muy alto porque no puede tener acceso a ninguna actividad. Él no tiene miedo a la extradición, me ha expresado que no le preocupa; lo único que en este momento le preocupa, de verdad, son las condiciones en las que está (depresivo)”, denunció la defensora.
El encierro las 24 horas del día en el Cefereso 9 de Ciudad Juárez —en una celda de cuatro metros cuadrados— le está provocando una depresión y “sus ojos se llenan de lágrimas”, dijo ayer su abogada Silvia Delgado, quien se entrevistó con el narcotraficante el jueves.
Delgado elaboró un plan de actividades de esparcimiento para que su cliente salga al menos un momento al patio y conviva con otros reos, pues el encierro ha mermado su salud, dijo.