Staff/
El Diario
Guadalupe, Chihuahua— El ladrido de unos cuantos perros rompe el silencio en las desoladas calles del Ejido Juárez y Reforma; el ulular de las sirenas de las patrullas estatales altera a los canes que empiezan a aullar y sus dueños se asoman por las ventanas de sus casas. Sólo se atreven a mirar detrás de las cortinas.
“¿Qué pasó?”, pregunta un adulto mayor a los reporteros, mientras mira el cordón amarillo que los agentes enredaron afuera de su jardín para evitar el paso de los fotógrafos.
El vecino asegura no haber escuchado disparos ni haber visto nada, por lo que apresurado prefiere entrar a su casa sin más conversación.
La tarde de ayer un hombre fue asesinado en el interior de una casa ubicada en la calle Menandro Martínez y Miguel Camacho, a escasos 500 metros de la carretera Juárez-El Porvenir, la cual cuenta con sobrevigilancia y puntos de revisión aleatorio que no evitaron este crimen.
Uno de estos retenes se encuentra en San Agustín a pocos metros del Súper Six, donde el pasado domingo fue registrada una masacre en el interior del negocio.
Hasta el cierre de esta edición la Fiscalía General del Estado (FGE) no emitía información oficial en torno a este último hecho violento y el presidente municipal se ausentó de su comunidad, al viajar a la ciudad de Chihuahua, informó el personal del módulo de información.
Esta semana dos personas fueron asesinadas en Praxedis G. Guerrero, una más en Guadalupe y cuatro más en San Agustín, ejido de Ciudad Juárez. Además de las personas asesinadas tres más resultaron heridas.
Los homicidios ocurrieron pese a que la zona es vigilada por la Policía Federal y la Policía Estatal Investigadora.
Ayer los agentes expusieron, a condición del anonimato, que están forzando patrullajes en la zona del Valle y el personal tiene que buscar sus alimentos a costa de sus propios ingresos, lo que se les dificulta debido a que son pocos los negocios que preparan comida.
redaccion@redaccion.diario.com.mx
@