Maricela Morones/
El Diario
Un grupo de 18 maestros que fueron cesados por no presentar la evaluación de desempeño docente por “fallas administrativas”, enfrentan una situación de crisis económica cada vez peor, al no encontrar solución en la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Carolina Ramos Rodríguez fue notificada de su despido el pasado 14 de septiembre y los pocos ahorros que tenía se terminaron; la alacena luce a medias y aunque es optimista sabe que los gastos se incrementarán.
“Es difícil ver que por fallas administrativas, te corran de lo que más te gusta hacer”, recalca la docente.
Dijo que un día de noviembre del año pasado le hablaron por teléfono para decirle que al día siguiente tenía que presentarse a realizar la evaluación, pero no le dieron sede ni horario.
Agregó que todo fue muy irregular y que sus compañeros tenían una contraseña para ingresar al programa, menos ella.
Desde ese momento la incertidumbre aumentó y ha continuado en la lucha para que le regresen su plaza laboral.
Al momento de ser separada de su cargo, impartía clases a alumnos de quinto grado de la primaria Sierra Vista, al suroriente de la ciudad.
Explicó que además el sueldo de los meses de febrero a mayo fue retenido y les llegó hasta junio, aunque para septiembre ya no tenía empleo.
“Eran bastantes quincenas juntas y aproveché para pagar deudas atrasadas”, refirió Ramos.
La profesora dio a conocer que los 18 despedidos interpondrán recursos legales para intentar ser reinstalados, pero sabe que esto podría demorarse muchos meses.
Carolina Ramos Rodríguez informó que luego de que no pudo presentar el examen envió una justificación en la que relataba que no tuvo acceso al sistema de la evaluación obligatoria. Hasta la fecha no ha recibido respuesta de parte de las autoridades de Educación.
El pasado 26 de septiembre los maestros se manifestaron en el exterior de las oficinas educativas, ubicadas en el edificio administrativo de Gobierno del Estado.
Con pancartas en mano, exigieron ser reubicados en sus cargos, ya que la mayoría no presentó el examen por irregularidades administrativas, expusieron.
Ante esta acción, sus compañeros se solidarizaron y han comenzado una campaña para colectar alimentos, artículos de higiene personal y de limpieza.
Dice que se ha adaptado a vivir de la manera más austera posible, junto a su gato y un pato, sin embargo lamenta no poder ejercer su mayor pasión, la docencia.
En su momento las autoridades de Educación, mencionaron que estos casos también deben de llevarse en la Secretaría del Trabajo. (Maricela Morones / El Diario)