Blanca Carmona/
El Diario
Un Tribunal de Enjuiciamiento aprobó ayer un arraigo por seis meses a un hombre que mañana cumple dos años de permanecer en prisión esperando sentencia, debido a que fue anulado el juicio oral en el que se le encontró inocente de haber matado a su hijastro.
Ayer el procesado Antonio Villagómez Aguilar le pidió a los jueces que se le permita cumplir el arraigo en el Cereso número 3 porque ahí labora como coordinador de cocina y esos ingresos le permiten vivir dignamente dentro del reclusorio y ayudar a su familia.
Sin embargo, el Tribunal no admitió la petición y envió al procesado al Centro Estatal de Arraigos.
En la acusación formulada por el Ministerio Público adscrito a la Fiscalía estatal en contra de Antonio Villagómez Aguilar se establece que el 29 de septiembre de 2014 él se quedó a solas con su hija de un mes de nacida y con la víctima, Ángel Alexis Rodarte Quiñónez, en el domicilio familiar ubicado en el fraccionamiento Hacienda Universidad.
Presuntamente el hombre golpeó a Alexis con un objeto contuso a pesar de que el niño de dos años no podía moverse pues tenía yeso en la pierna izquierda debido a una fractura de tibia y peroné ocasionada posiblemente porque lo levantaron jalándolo de esa extremidad.
El dos de octubre el menor murió en las instalaciones del Hospital Infantil de Especialidades.
En el juicio oral llevado a cabo en julio pasado, uno de los testigos el médico legista Armando Aguirre le dijo al Tribunal que las lesiones que le causaron la muerte a la víctima fueron propinadas de tres a cinco días antes del deceso, lo que provocó la denominada “duda razonable” en el Tribunal y la determinación de absolver a Villagómez.
Sin embargo, hace 15 días un tribunal de segunda instancia anuló ese juicio al determinar que estaba mal redactada la sentencia que emitieron las jueces Myrna Luz Rocha Pineda, Emma Terán Murillo y Elizabeth Villalobos Loya y que habían omitido juzgar con perspectiva de género. (Blanca Carmona / El Diario)