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Dan 40 años de prisión al asesino de Esmeralda

Blanca Carmona/
El Diario

2016-10-05

A casi 16 años de la desaparición y posterior asesinato de la menor Esmeralda Herrera Monreal, cuyos restos se localizaron en el Campo Algodonero en 2001, el presunto responsable fue sentenciado a 40 años de prisión.
El fallo condenatorio y la pena fueron emitidas en contra de Eduardo Chávez Marín el pasado 30 de septiembre por parte del juez Primero de Ejecución de Penas y Sistema Tradicional, Rubén Efrén Ramírez Santillán al resolver la causa penal 4-21/11.
Esmeralda contaba con 15 años de edad cuando fue vista por última vez el 29 de octubre de 2001. Ella desapareció cuando al salir de su empleo se dirigía a su casa, en la colonia Granjas de Chapultepec. Era trabajadora doméstica y prestaba sus servicios en una casa ubicada en el fraccionamiento Del Rey, ubicado a espaldas del centro comercial Tecnológico.
El cuerpo de Brenda Esmeralda fue hallado el 6 de noviembre junto con otros dos cadáveres que después se estableció pertenecían a Claudia Ivette González y Berenice Ramos Monárrez, en el campo algodonero ubicado en las avenidas Paseo de la Victoria y Prolongación Ejército Nacional.
Los cuerpos estaban dentro de una acequia curva distantes entre sí unos 30 metros.
El cadáver de Esmeralda estaba hacia la Ejército Nacional; la adolescente fue atada de las muñecas con dos cintas de zapatos unidas entre sí que también le rodeaban la cintura.
Los investigadores establecieron que Esmeralda fue asesinada entre la noche del 29 de octubre y la madrugada del día 30.
Debido al estado de descomposición, no se pudo establecer cuál fue la causa de muerte aunque probablemente fue asfixiada o murió por la lesión que se le ocasionó en el cuello, de acuerdo con datos oficiales.
En marzo de 2006 los restos de la víctima fueron identificados a través de exámenes de ADN, luego de que se exhumaron para solicitar a un grupo de antropólogas argentinas que practicaran los estudios.
El 9 de noviembre de 2001 Víctor Javier García Uribe apodado “El Cerillo” y Gustavo González Meza “La Foca” fueron señalados por la entonces titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado, procurador estatal Arturo González Rascón de ser los responsables del asesinato de Esmeralda y de las otras diez mujeres.
Los cuerpos de sietes de esas víctimas fueron encontrados en el mismo campo algodonero el 6 y 7 de noviembre de 2001 y tres más se habían hallado en fechas anteriores.
Sin embargo, en julio de 2005 García Uribe quedó en libertad cuando el entonces magistrado de la Cuarta Sala Penal del Supremo Tribunal de Justicia, Rodolfo Acosta Muñoz revocó la sentencia condenatoria de 50 años que meses antes se había impuesto en su contra.
El magistrado determinó que no halló elementos para confirmar el fallo de primera instancia.
Para esa fecha ya había muerto González Meza, después de una cirugía, y su abogado fue asesinado a tiros por agentes de la entonces Judicial del Estado.
Las irregularidades en las investigaciones del caso de los homicidios de Esmeralda Herrera Monreal así como el de Claudia Ivette González y Berenice Ramos Monárrez motivaron a que en diciembre del 2009 la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitiera una sentencia contra el Estado Mexicano.
El ahora sentenciado, Eduardo Chávez Marín, fue detenido hasta diciembre de 2011, luego de que estuvo escondido para evitar su arresto, de acuerdo con investigadores del caso y quienes iniciaron las indagatorias partiendo de cero, luego de que se puso al descubierto las pifias en contra de “La Foca” y “El Cerillo”.
El día que fue presentado a los medios de comunicación, el 2 de diciembre de 2011, como responsable del crimen de Esmeralda, Chávez Marín dijo ser inocente y gritó “he declarado cuatro veces, me he presentado limpiamente y ve cómo me tienen atrapado por decir la verdad, ayúdenme gente, no me dejen solo”.
Sin embargo, el pasado 30 de septiembre el juez Rubén Efrén Ramírez Santillán determinó que sí existen pruebas para considerarlo culpable. Entre éstas, que él cortejaba a la víctima y al parecer el día que ella desapareció quedaron de verse.
Además, el ahora denominado Campo Algodonero le quedaba de pasada a Chávez Marín cuando se dirigía a trabajar.
Hasta la fecha los crímenes de las otras dos mujeres encontradas cerca del cuerpo de Esmeralda, continúan sin ser esclarecidos.
Los investigadores no han encontrado una conexión entre ellas y Chávez Marín.
Tanto la defensa de Chávez como el Ministerio Público ya presentaron recursos para inconformarse por la sentencia emitida en contra de Eduardo Chávez.

bcarmona@redaccion.diario.com.mx

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