B. Carmona/S. Castro/
El Diario
El robo de miles de litros de gasolina del ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex) desde una finca de la colonia Granjas Polo Gamboa a la altura del kilómetro 20, fue puesto al descubierto ayer por la Policía Federal.
Elementos de la corporación localizaron una toma clandestina que llegaba hasta un predio particular, donde el combustible era almacenado en una cisterna de 30 mil litros.
Personal de la Federal informó que el hallazgo se hizo luego de que detectaron una manguera conectada a un dispositivo especial que sustraía la gasolina del poliducto de la empresa, a la altura del kilómetro 346 de la carretera Juárez-Chihuahua, en el sentido norte a sur.
La manguera, cubierta con tubería de PVC, corría unos de 350 metros enterrada a una profundidad aproximada de medio metro y terminaba en la propiedad de la calle Zacatecas, sin número.
Habitantes del sector dijeron ayer que la propiedad tenía apenas un mes de ser ocupada por personas que identificaron sólo como hombres 20 a 25 años de edad.
Mencionaron que desconocían la actividad que realizaban en la finca, ya que sólo se percataron que llegaban en diferentes vehículos durante el día.
Por medio de una orden de cateo concedida por el Juez Primero de Distrito, efectivos de la Policía Federal, acompañados de un agente del Ministerio Público de la federación y elementos de Servicios Periciales ingresaron el jueves a las 17:00 horas al predio, donde localizaron un contenedor metálico para almacenar al parecer hasta de 30 mil litros.
Además había equipo para soldar, un carrete con manguera para la extracción y conducción de hidrocarburos de la toma al contenedor, válvulas y conexiones así como dormitorios.
En el operativo no se reportaron personas detenidas.
La cisterna de metal al parecer sería sepultada en la propiedad para el almacenamiento de la gasolina robada.
En el predio había también marraneras, aparentemente para tratar de disfrazar el olor gasolina y encubrir las actividades ilícitas.
Un vecino comentó que hace semanas unos hombres anduvieron en el sector preguntando por propiedades que estuvieran en venta.
Dijo que ubicaron la finca seccionada en dos partes y hablaron con la dueña para que les vendiera uno de los predios donde anteriormente había unas marraneras.
En el portón de la propiedad fueron colocados sellos de aseguramiento de la Procuraduría General de la República y además la copia de la orden de cateo que otorgó el juez federal.
La finca está fortificada con una barda de aproximadamente 5 metros de altura con un cerco de navajas, por lo que no es posible que de la calle se puede observar lo que ocurría en el interior.
En los alrededores del predio, que tiene una extensión de unos 500 metros de largo, se ubican empresas recicladoras y algunas viviendas. El acceso es a través de caminos de terracería.
La propiedad se encuentra en un terreno ubicado entre la carretera Casas Grandes y la carretera Panamericana, en la parte posterior de una empresa de fluorita.
A unos 350 metros de distancia del predio se encuentran las vías del ferrocarril y a lo largo de las mismas corre el ducto de Pemex, donde se observan algunas advertencias de precaución.
Vecinos señalaron que los responsables aparentemente tenían tiempo robando el combustible del ducto, pero ahora lo hicieron de forma más sofisticada colocando la manguera que llegaba hasta la propiedad, que habilitarían como estación de almacenamiento de gasolina.