Maricela Morones/
El Diario
Por momentos, las guitarras y los cantos resonaron sobre los sollozos. El instrumento musical favorito de Jorge, de 17 años, se escuchó ayer mientras era velado justo en el mismo lugar en donde el martes perdió la vida.
Poco a poco, sus amigos y compañeros del Conalep 3 llegaron a la vivienda de la colonia Carlos Castillo Peraza. Apenas unas horas antes del ataque que sufrió Jorge habían platicado con él, recuerdan algunos.
Nayeli, una de sus mejores amigas desde la infancia, se despidió entre lágrimas mientras acariciaba el cristal del ataúd.
Otros interpretaban melodías en su honor. “Le gustaba tocar la guitarra, cantar y hasta componer canciones”.
Jorge Miguel Carranza de la Cruz, de 17 años, fue asesinado el martes pasado en su casa cuando en compañía de su hermano de 14 años, y de su amigo Erick Barraza Palacios, de 16, cantaban con un karaoke.
Erick también perdió la vida en el ataque perpetrado por hombres armados que irrumpieron en su hogar.
Manuel se encuentra en terapia intensiva con tres impactos de arma de fuego en la cabeza.
Sus familiares aseguran que los tres eran adolescentes tranquilos y descartaron nexos con el narcomenudeo, como lo señalaron las autoridades.
Sin asegurar que las víctimas de 16 y 17 años fueran delincuentes, César Omar Muñoz Morales, secretario de Seguridad Pública Municipal, dijo ayer que en ese mismo domicilio y en otros de la colonia se tiene detectados a un número importante de distribuidores de metanfetaminas, principalmente ‘cristal’.
Aseguró que la casa donde asesinaron a los dos menores era un punto de venta de droga, donde anteriormente la Policía ya había hecho detenciones de narcomenudistas.
“Esa casa ya la tenía detectada la Secretaría de Seguridad Pública como distribución de droga. Yo no puedo confirmar si las personas fallecidas eran delincuentes”, dijo ayer tras concluir un evento de reconocimiento de policías.
Refirió que existe una carpeta de investigación integrada por el Ministerio Público, por lo que será la autoridad investigadora la encargada de dar seguimiento al caso.
Los avances en la investigación de la FGE arrojan a que el móvil del ataque armado es la venta de droga en la casa donde quedaron los cuerpos, versión que fue rechazada por familiares y vecinos de los adolescentes.
Otra hipótesis de la autoridad es que el ataque armado pudiera tratarse de una venganza en contra del padre de los dos hermanos.
Para la familia Carranza, la noticia fue desconsoladora. Tías y primos llegaron de Durango, el estado natal de la familia.
María de la Luz Gómez Santos, abuela paterna de Jorge, se encargaba ayer de recibir a las personas que le daban el último adiós a su nieto.
Afirma que el cuerpo será llevado a Durango, como él lo hubiera querido.
Ella dice sentirse agobiada, con el dolor de tener que sepultar a su primer nieto y ver al otro luchar por su vida en el hospital.
Actualmente los padres de Jorge y Manuel, reciben la atención especializada de un psicólogo.
“No sé cómo fue que pasó, mis nietos eran unos niños tranquilos y sin malicia”, expresa.
Recuerda que Jorge laboraba los fines de semana en un establecimiento de lavado de vehículos y que de esa manera podía sufragar los gastos de la preparatoria, ya que cursaba el quinto semestre en el Conalep 3.
“Se esforzaba por trabajar y estudiar”, menciona con la mirada fija en una de las fotografías de su nieto.
En el exterior del hogar, los amigos y familiares hablaban ayer sobre el ataque. Algunos referían que fueron dos hombres los que ingresaron a la casa para realizar los disparos.
Los hechos ocurrieron la noche del pasado martes, en la vivienda número 2827 ubicada en la calle Rafael Terrazas Cienfuegos de la colonia Carlos Castillo Peraza, al suroriente de la ciudad.
A raíz del doble homicidio, cuerpos policiacos realizaron el miércoles diversos operativos en busca de los asesinos. Extraoficialmente se dijo que varios “puchadores” de droga de la colonia fueron detenidos y pudieran estar relacionados con el crimen.
Familiares de Erick Barraza Palacios, el otro menor asesinado, se negaron a otorgar algún tipo de información.
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