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No tiene para enterrar a su nieto

Maricela Morones/
El Diario

2016-09-27

“Yo presentía algo raro”, dice Josefa Romero sentada frente al ataúd cerrado de su nieto, que después de unos meses de abandonar la escuela decidió quitarse la vida.
Ahora no sólo tiene que enfrentar el dolor del duelo. La angustia de no tener recursos económicos para ofrecerle un funeral aumenta cada hora que el cuerpo se descompone en un pequeño templo cristiano de la colonia Granjas Unidas.
La depresión era parte del día a día del adolescente.
“Tenías que me decía: abuelita te quiero mucho. Yo presentía algo raro, pero nunca imaginé que se mataría”, relata la abuela mientras los vecinos despedían entre rap y lágrimas a Roberto Ramírez, de 18 años de edad.
Un par de arreglos de flores artificiales acompañaron el féretro gris.
Algunos de sus amigos le dejaron rosarios, fotografías y una de sus playeras favoritas.
“No sé qué pasó, él era tranquilo, no tenía problemas con nadie, de verdad que no lo entiendo”, solloza la abuela.
Recuerda que el pasado sábado por la tarde, intentó ingresar a la habitación de Roberto pero la puerta se encontraba cerrada con llave.
Fue entonces que pidió a otro nieto que entrara a la fuerza y en ese momento encontró al adolescente suspendido de una viga de la recámara.
Otra de la problemática a la que enfrentó, es que presuntamente en la funeraria no les brindaron el servicio de la preparación adecuada del cadáver.
“No lo podemos ver porque su cuerpo está muy mal”, menciona la mujer.
Los residentes de la colonia se cooperaron para solventar los gastos pero no ha sido suficiente.
Deben de cubrir 3 mil 500 pesos del servicio de la funeraria y mil 800 de la fosa en el panteón.
Ella se observa desesperada al no saber qué hacer, afirma una y otra vez que no tiene dinero y que solamente logró juntar mil pesos de la caridad de los vecinos.
Poco a poco comienzan a llegar los amigos de Roberto, uno se acerca con una bocina y programa algunas canciones de rap, se oculta entre una gorra de beisbol y unos lentes oscuros.
María Guadalupe Ramírez, es la madre de Roberto, solamente puede decir que no lo cree.
“Yo lo veía aislado, distante, pero pensé que era por la edad o algo así”, dice la mujer.
La tristeza y desesperación aumentan a cada momento, saben que no pueden velarlo por mucho tiempo pero tampoco tienen recursos para solventar el funeral.
Según los datos que dio a conocer Arturo Sandoval, vocero de la Fiscalía General del Estado (FGE), en lo que va del año se han presentado 70 casos de suicidio en la ciudad.
Con base en un reporte del Instituto Hispanoamericano de Suicidología, México ocupa el lugar 48 en una lista de 171 países en donde estos hechos han aumentado considerablemente.
Si usted desea ayudar a Josefa Romero con los gastos del funeral puede contactarse al 656 278 24 68. (Maricela Morones / El Diario)

mmorones@redaccion.diario.com.mx

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