Maricela Morones/
El Diario
Una operación que aparentemente no tendría inconvenientes le cambió la vida a Guadalupe Ortiz Félix, de 30 años, quien ahora se encuentra grave de salud en el Hospital Regional 66 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Manuel Félix, tío de la mujer, relató que el pasado 4 de septiembre ella ingresó a las instalaciones del Instituto para que le fuera retirado un riñón después de una complicación médica.
“Desde ese entonces el martirio comenzó, porque le perforaron el hígado”, informó el familiar.
La paciente permaneció cerca de 15 días en Terapia Intensiva pero con el paso del tiempo comenzó a requerir sangre que su familia ha tenido que costear.
Félix indicó que con diversas cooperaciones familiares han logrado completar pintas AB Negativo que les cuestan entre 900 y mil 400 pesos.
“Si fue negligencia de ellos, que se hagan responsables por la sangre que ella necesita”, señala el tío.
Debido a la perforación, el doctor José Carlos Vizcaíno colocó un catéter para drenar los líquidos que ella requería expulsar.
“Con ese aparato estaba bien porque a veces necesita sacar sangre de su cuerpo y por ahí lo hacía pero el doctor se lo retiró”, indicó.
Dijo sentirse desesperado por el mal trato que reciben de las enfermeras de piso, que aunque tengan la autorización de realizarle algún procedimiento se niegan a llevarlo a cabo.
El familiar dio a conocer que ya interpuso la denuncia ante la Procuraduría General de la República (PGR).
Rosendo Gaytán, vocero del IMSS, expresó que ante estas denuncias se les da seguimiento en la investigación y también se toman en cuenta las quejas contra el médico.
Actualmente Guadalupe está inmóvil, no puede hablar ni levantarse de la cama que le asignaron.
Los familiares pidieron que le sea colocado nuevamente el catéter.
“La han tratado muy mal, la insultan, le dicen gorda, floja y no es que ella no se quiera levantar, es que no puede; ellos la desgraciaron y no se quieren hacer responsables”, señaló Félix.
Lo que lamenta el tío de la mujer, es que sus hijos no la han podido ver por casi tres semanas.
“Ellos están chiquitos y preguntan mucho por ella”, menciona.
Pero este no es el único caso de supuesta negligencia. María de Lourdes Solís, asegura que fue víctima de apatía y desidia por parte de médicos del IMSS.
Ella afirma que requiere una cirugía para la reposición de una placa que es parte de un sostén colocado en su columna.
“Tuve un accidente automovilístico y se rompió esta pieza, necesito que me la cambien y el doctor me dice que no”, explica la afectada.
La derechohabiente, con el número 50887107329, asegura que el especialista en columna vertebral, José Luis Martínez Azua, le ha negado la intervención.
Aunque son casos diferentes, ambos señalan que en los próximos días acudirán a la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) a exponer sus casos.
“No puede ser que quien es estudiado te trate como si le pidieran un favor”, concluye la afectada.
En el caso de Guadalupe Ortiz Félix la familia puso el número (656) 224-5654 para voluntarios que deseen aportar sangre. (Maricela Morones / El Diario)
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