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Convive la diversidad bajo el mismo techo

Fernando Aguilar/
El Diario

2016-09-10

En medio de una controversia desatada por grupos ciudadanos y religiosos que reclaman conceptos opuestos de “familia”, la estructura de este núcleo social en el que conviven los juarenses exhibe una diversidad en su configuración, aun cuando la llamada tradicional, integrada por padre, madre e hijos, es mayoría.
En esta comunidad fronteriza irrumpen otras formas de familias como la monoparental, compuesta por un padre o una madre e hijos.
También las extensas o consanguíneas que alcanzan varias generaciones como abuelos, primos y tíos.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en esta frontera hay 394 mil 254 hogares, siete de cada 10 encabezados por un hombre y 3 por una mujer.
Un 72.6 por ciento de ellos eran de tipo nuclear, es decir conformado por padre, madre e hijos que viven bajo el mismo techo. En cambio, 24.58 por ciento eran de tipo ampliado, lo que implica que estaban integrados por varios parientes como suegros y primos.
El 0.83 por ciento son hogares compuestos, constituidos por un hogar nuclear al que se suman personas sin ningún parentesco. Una proporción de 1.90 por ciento no está especificado su tipo de familia, revelan los indicadores revelados del Inegi 2015.
Esta pluralidad en la estructura y concepto de familia se encuentra actualmente en el epicentro de confrontaciones que se desataron aquí y en el resto del país, a raíz de una reforma propuesta para dar rango constitucional al matrimonio gay en todo el país.
Con esa enmienda, planteada por el presidente Enrique Peña Nieto, se pretende agregar en la Constitución la posibilidad de la unión civil entre dos personas del mismo sexo. Esto ya ha sido aceptado como legal por la Suprema Corte de Justicia.
Efraín Rodríguez Ortiz, académico de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), menciona que la familia, en general, siempre ha evolucionado. “Nunca ha sido estática y nunca lo será. Estamos en un momento más de su evolución. Eso es todo”.
Sin embargo, no todos piensan así. Miles han tomado las calles de Ciudad Juárez para exigirle al Gobierno que proteja a la familia y detenga el matrimonio gay. Han caminado kilómetros cansados de lo que consideran “una imposición ideológica” que, perciben, el Estado pretende ejecutar.
La Unión Nacional Cristiana por la Familia lo hizo ayer de manera simultánea con otras 120 ciudades del país.
El Frente Nacional por la Familia salió el pasado 3 de septiembre con el mismo reclamo, polarizando la discusión entre quienes defienden la estructura tradicional de papá, mamá e hijos y los que pugnan por que se les reconozca su derecho a formar una diferente.

La más común, pero no la única
Aún cuando los datos muestran que se posiciona todavía como la más frecuente en la localidad, la familia nuclear aquí y en el resto de México no es la única que existe.
De hecho las personas del mismo sexo han concretado sus bodas civiles en el estado de Chihuahua. La primera de ellas se registró el 15 de noviembre de 2013 y tres meses después se llevó a cabo la primera unión gay en Juárez.
De acuerdo con el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), no hay un modelo de familia ideal, sino que existen varios tipos.
Esta institución menciona que desde el 2015, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sentado jurisprudencia sobre el tema, dejando claro que el Estado mexicano no reconoce un solo tipo de familia en particular o un “modelo de familia ideal”, sino que protege a la familia como realidad social, incluyendo en ella a todas las formas y manifestaciones que existen en la sociedad.
Para la Iglesia católica, las familias nucleares, las monoparentales y las extendidas encajan dentro de una misma definición porque se derivan de la unión entre un hombre y una mujer, resume Hesiquio Trevizo Bencomo, vocero de la Diócesis de Ciudad Juárez.
“En el caso de las parejas del mismo sexo, ahí sí no hay nada qué hacer”, declara el presbítero. “Ahí, la Iglesia dice sencillamente un ‘no’ rotundo, sin faltar al respeto ni entrar en agresiones. Lo que la Iglesia hace es defenderse de que eso se quiere imponer desde los parlamentos, porque tiene derecho a hacerlo”.
El concepto de familia se ha polarizado tanto que mientras unos sostienen que sólo hace referencia al modelo de padre, madre e hijos, otros consideran que va más allá.
Héctor Molinar Apodaca, vocero del Frente Nacional por la Familia en Ciudad Juárez, explica que, para la organización de la que es portavoz, el vocablo sólo puede ser aplicable a la que él y otros tantos denominan familia “tradicional o natural”: aquella originada a partir de un hombre y una mujer.
Por ese motivo, el abogado sostiene que la causa no se dirige, por ejemplo, en contra de las madres solteras, ni de las que se han divorciado. Tampoco en perjuicio de los hogares integrados por varias personas vinculadas entre sí por lazos consanguíneos.
“Todo es familia”, expone. “Nada más que todas esas familias que fueron originadas bajo un concepto de papá, mamá e hijos se desintegran por alguna razón. Todos sabemos que existen madres solteras que no lograron consumar su amor con su pareja, o aquellos niños que tuvieron que quedarse con los abuelitos”.
Bajo esos criterios, el Frente y la Iglesia católica rechazan la postura del Conapred porque consideran que no existe tal variedad, sino sólo una: en palabras de Trevizo Bencomo, la que no es una convención humana, sino una creación divina.
No obstante, Rodríguez Ortiz está convencido de que no se trata de una concepción maniquea que sea tradicional o escape a lo terrenal.
De acuerdo con el doctor en Psicología, en México la familia nuclear comenzó a popularizarse a partir de mediados del siglo pasado. Hasta entonces, sostiene, las personas vivían en grandes grupos: en una casa podían residir abuelos, hijas, nietos y varias personas parientes entre sí y su convivencia constituir por sí misma una clase de familia.
“No es correcto llamarle tradicional a la familia nuclear”, considera. “La familia nuclear tuvo su momento. Y ya está pasando ese momento”, dice.
Rodríguez Ortiz reconoce que la familia es una institución que desempeña funciones de suma importancia, entre ellas la protección de sus miembros, su primera educación y la socialización de cada uno de ellos.
El docente cree con firmeza que, sin embargo, ha estado siempre sujeta a la evolución de la propia sociedad. Para sostener su declaración refiere que la versión extendida respondía al modelo de producción feudal, en tanto que la que ahora prevalece, al de producción industrial o capitalista.
Por ejemplo, Rodríguez Ortiz considera que la diversidad en las formas de organización social ha existido siempre. Cree que ahora, lo único diferente es que las legislaciones del mundo, incluida la propuesta de Peña Nieto, responden a la tendencia de otorgarle a las familias homoparentales, que, considera, no son nuevas, “los derechos que les han sido negados”. (Fernando Aguilar / El Diario)

faguilar@redaccion.diario.com.mx

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