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‘Nos ofrecieron un fraccionamiento 5 estrellas, ahora no le doy ni una’

Luz del Carmen Sosa/
El Diario

2016-09-08

Después de vivir su infancia y juventud en el ejido El Sauzal, en una vivienda sin drenaje, sin alumbrado público, sin calles pavimentadas, la oferta de una casa nueva construida en una extensa zona habitacional que incluía escuelas, parques públicos y transporte, era el sueño hecho realidad para Isela Calamaco.
“Hace casi 10 años nos ofrecieron un fraccionamiento de cinco estrellas, ahora yo no le doy ni una”, dice la madre de familia que fue una de las miles de familias que le apostaron al mayor proyecto de vivienda de interés social en la administración del entonces gobernador Patricio Martínez.
Los olores fétidos emanan frente a la vivienda de Isela, que organizó una reunión vecinal con la delegada local de Infonavit, Margarita Órnelas para el próximo lunes a las 9 de la mañana, en la cual exigirán una solución definitiva a las inundaciones de Riberas del Bravo, etapa 8.
“Aquí llegamos cargados de sueños, hemos trabajado mucho por nuestra colonia, pero es imposible seguir viviendo así, del sueño pasamos a la pesadilla porque ya tenemos problemas de salud por infecciones causadas por las aguas negras que brotan y se revuelven con el agua de la lluvia”, dice la líder vecinal.
Los vecinos empezaron a documentarse, quieren responsables y castigo a quienes permitieron la construcción de miles de casas en una zona de alto riesgo.
“Nunca nos imaginamos que después de todo este problema que la autoridad creó, ahora se quieran olvidar, no lo vamos a permitir”, asegura Calamanco.
Los vecinos de las calles Riberas del Castillo son personas entusiastas que, aunque resulte muy difícil de asimilar, aman su colonia y la quieren próspera, tal y como la ofreció la promotora de ventas del fraccionamiento.
“Nosotros escribimos un cuento del por qué queríamos vivir en Riberas del Bravo y narramos nuestra historia de vida como comité de vecinos, de lo felices que éramos por estar aquí… ganamos un premio en especie de 72 mil pesos y mejoramos el parque”, recuerda con añoranza la vecina.
-¿Si escribieran hoy ese cuento, qué dirían?- se le pregunta.
“Todo lo contrario, porque así es, nos sentimos defraudados, muchos vecinos quieren que los reubiquen, pero otros nos negamos porque ya invertimos en nuestro patrimonio y no es justo, seguimos pagando el crédito de vivienda y sólo nos hacen válidos los seguros, pero lo que queremos es la reparación real de este problema”, urge la madre de familia.
Ayer personal de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS) metió una bomba de agua para extraer el cúmulo de agua pluvial que canalizaron a la red de drenaje.
Los vecinos reportaron la presencia de heces fecales y la salida de aguas negras por sus sanitarios y las alcantarillas. Por eso la presencia de los malos olores durante la mañana y tarde del jueves.
La colonia Riberas del Bravo cuenta con el número más alto de viviendas abandonadas, tiene el mayor índice de reportes de mujeres ausentes, violencia familiar, pandillerismo y venta de droga entre los jóvenes, de acuerdo a los datos que han proporcionado autoridades estatales y municipales.
Por su ubicación geográfica, al sur de la ciudad, es el último fraccionamiento construido dentro de la mancha urbana y su principal problema es que lo atraviesa un canal de aguas negras.
Los malos olores, la presencia de moscos y la inseguridad es lo cotidiano en este sector, denuncia la vecina.
El parque ya no existe, el vandalismo que prevalece por la falta de seguridad pública. (Luz del Carmen Sosa / El Diario)

lsosa@redaccion.diario.com.mx 

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