Fernando Aguilar
El Diario
El sábado 27 de agosto, María Ana Ávila Zaragoza llegó herida de gravedad al hospital General al haber recibido, estableció el peritaje oficial, un disparo en la cabeza. Los médicos trataron de salvar su vida, pero no lo consiguieron. Ella murió.
Pero, unos minutos antes de que la mujer de 23 años falleciera, la niña que llevaba dentro pudo observar la luz del mundo.
Así nació Yamilet, una pequeña que fue sacada del vientre de María Ana a las 34 semanas de gestación para reposar en una cama del Hospital de la Mujer.
En virtud de que carece de una madre que la alimente, ella se ha convertido en la primera beneficiaria del banco de leche humana que funcionarios de la Secretaría de Salud anunciaron hace algunas semanas, expuso José Antonio Pérez Romero, director de ese hospital.
Aun cuando sobrevivió al ataque armado, la menor se enfrenta ahora a la mala noticia de que, con sólo tres donantes dispuestas a proveer al banco, lo que existe de aquella sustancia en ese lugar no es suficiente.
Por eso, sus familiares apelan a la buena voluntad de las mujeres para que le entreguen a la institución un poco de la leche materna que les sobra, que a la postre podrá ayudar a la niña a salir de la cama de cuidados intensivos donde se recupera del síndrome de dificultad respiratoria que la aqueja.
El director del Hospital de la Mujer explica que el exhorto se dirige a las lactantes que tengan un excedente en su leche, quienes pueden presentarse en ese sanatorio o llamar al teléfono fijo (656) 611-5260 o al celular (656) 215-2257.