L. Sosa/H. Carrasco/
El Diario
Las tormentas por el huracán “Newton” agudizaron los daños en el pavimento y el peligro en las calles que se convirtieron en lagunas o ríos.
Sólo ayer se reportaron tres hundimientos, uno de ellos en el mismo tramo de la Gómez Morín que se colapsó hace unas semanas.
Además se registraron colonias y casas inundadas, calles intransitables por el agua o lodo, desbordamientos de pozos de absorción y diversos deslaves.
Las zonas habitacionales más afectadas fueron La Cañada y Riberas del Bravo al suroriente de la ciudad, reportó Efrén Matamoros Barraza, director de Protección Civil Municipal.
También las colonias Manuel Valdés, Parajes de Oriente, Carlos Chavira, Tierra Nueva y Salvárcar, señaló.
“Cada año es lo mismo, inundaciones, daños a nuestros menajes y las casas están en depreciación permanente”, denunció Isela Calamanco, líder vecinal de Riberas del Bravo etapa 8.
La madre de familia caminaba ayer entre el agua acumulada para pedir ayuda a los empleados de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS), que acudieron con bombas extractoras a otras partes de esa colonia.
Por tercera ocasión en un mes, ayer colapsó el colector de aguas residuales que va por la avenida Manuel Gómez Morín, a la altura de la calle Camperos, esta vez a unos 25 metros de distancia del anterior hundimiento.
Además, con las lluvias se hundieron otros dos colectores, uno en la calle Manantial y Juan Kepler, y otro en Montemayor y Plan de Ayala, informó la vocera de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS), Adriana Gutiérrez.
Dijo que en los tres casos las reparaciones iniciaron ayer mismo.
Explicó que en el de la Gómez Morín se reemplazarán 10 metros de tubería de 42 pulgadas, y para realizar estas acciones desde ayer en la mañana se obstruyó un tramo del carril de la extrema izquierda de la avenida, con circulación de oriente a poniente.
Seguridad Pública informó que durante la madrugada atendió 55 llamados de auxilio a través del Centro de Emergencia y Respuesta Inmediata (CERI) 066.
Mientras que en los recorridos de vigilancia los agentes atendieron peticiones de apoyo por bardas caídas, casas inundadas, vehículos varados en inundaciones y hasta alertas de diques o presas al borde del colapso.
En La Cañada cuatro viviendas resultaron afectadas, dijo Norma Escárcega, una de las vecinas que urgió a las autoridades a prestarles auxilio.
Cuando un tramo de la calle se hundió por el boquete pasó el agua pluvial con tal fuerza que se llevó las bardas.
En la zona del Valle de Juárez se observaron tramos de la carretera Juárez-El Porvenir afectados por el deslizamiento de arena sobre la vialidad, además de calles de terracería prácticamente inservibles por los hundimientos.
Una vivienda de San Isidro también reportó problemas de inundación al abrirse un arroyo natural que daba directamente a su casa.
También hubo deslaves que bloquearon carriles del Camino Real, además de que se derrumbó un muro de contención nuevo en el cruce de esta última vialidad y la calle Lucha y Triunfo, en la colonia Barrio Nuevo.
En la 16 de Septiembre se registró un deslave en una pendiente que mide unos 250 metros de largo, en la bajada al Arroyo de las Víboras en la colonia Insurgentes.
Eso causó un hoyo de 3 metros de diámetro por 3 de profundidad en el carril de la extrema derecha, en sentido de poniente a oriente, entre las calles Higuera y Arroyo de las Víboras.
En la Felipe Ángeles, las precipitaciones arrastraron toneladas de tierra por las calles Arroyo de las Víboras, Torreón, Morera, Ocotillo y Flor de Lis.
Eso provocó una gran acumulación de lodo en la desembocadura de De las Víboras en el Monumento a la Solidaridad y el consecuente cierre de un gran tramo vial.
En el cruce del bulevar Norzagaray y Arroyo de las Víboras varios automóviles y camiones de transporte público quedaron atascados. (L.Sosa / El Diario) (Con información de A. Castañón)
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