Fernando Aguilar/
El Diario
Unas horas después de que cesaron las lluvias que el martes por la noche cayeron en la ciudad, el concreto hidráulico del Arroyo de las Víboras casi termina de secarse y en el cuerpo revestido de asfalto del otro sentido pocas evidencias quedan de lo que sucedió.
No obstante, algunos vecinos de la colonia Felipe Ángeles –localizada en el norponiente de Juárez– todavía se inquietan al recordar que el agua pluvial bajaba impetuosa con dirección al río Bravo por ese cauce natural que ha sido convertido en una calle.
El presuroso paso del caudal estuvo a punto de arrastrar a una persona que se encontraba dentro de un automóvil, un hecho que fue documentado por un ciudadano que, mientras observaba el peligro, le pedía a un hombre que pretendía ayudar que no se metiera.
Omar Candelarias grabó con su teléfono celular el momento en el que una mujer de unos 60 años se queda atrapada en el auto mientras, a unos metros, una cadena humana intenta salvarla y los espectadores del otro lado de la calle exhortan a un ciudadano a que no tratara de hacerlo por su cuenta porque el agua podría llevárselo cuesta abajo.
“Era una señora mayor”, comentó el hombre, quien trabaja en El Paso. “Yo creo que se le hizo fácil pasar por ahí. Yo iba pasando cuando miré el carro. Fue una situación bastante peligrosa. Hizo falta que intervinieran Protección Civil o los Bomberos. Ahí estaba la Policía, pero no hizo nada”.
De acuerdo con Candelarias, siempre que llueve de esa manera se forma un cuerpo de agua que al día siguiente deja considerables daños en el material de la calle, sobre todo en los parches de asfalto con que se encuentran revestidos algunos tramos.
“El Arroyo de las Víboras llevaba mucha agua”, dijo el director de Protección Civil, Efrén Matamoros Barraza, la noche del martes.
Entre los daños que la última tormenta le causó a la ciudad, señaló el funcionario, se encuentran árboles caídos, cables en el mismo estado y grandes encharcamientos como los que se advertían ayer, por ejemplo, en varios tramos de la avenida Insurgentes.
Según el reporte de esa dependencia municipal, los bomberos atendieron 13 incidencias entre la noche del martes y la madrugada de ayer miércoles, entre las cuales destacan algunas inundaciones en las colonias Lomas de Morelos, Barrio Nuevo y Parajes de San Isidro.
El paso a desnivel de la avenida Insurgentes acumuló una considerable cantidad de agua, pero fue reabierto tan pronto como empleados de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS) la quitaron con maquinaria especial el miércoles.
Aunque descartó que se hubieran registrado personas lesionadas, Matamoros Barraza precisó que la etapa ocho del fraccionamiento Riberas del Bravo quedó anegada.
Además, dio a conocer, un niño de 10 años sufrió una descarga eléctrica al intentar manipular un ventilador colocado en una ventana, pero este hecho no se complicó porque el menor, de quien el funcionario no proporcionó su identidad, fue llevado a recibir atención médica oportunamente.
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