Fernando Aguilar/
El Diario
Con una gran serenidad reflejada en el rostro, un hombre desayunaba ayer junto a sus hijos, su esposa y unos visitantes. Estaba sentado a la mesa y en una de sus manos sostenía un vaso de té helado que acababa de servirse, poco después de las 11 de la mañana.
Estaba en la cocina, un lugar de la casa que hasta hace pocos días no podía visitar porque los médicos le aconsejaban que no abandonara la habitación en la que reposaba.
El protagonista de esa escena es Leonel, un comerciante que se ganó el mote de héroe tras rescatar a dos personas de las llamas en un restaurante el 27 de mayo.
Tras permanecer en el hospital durante 29 días, el juarense de 23 años recupera paulatinamente su ritmo de vida con la esperanza de que podrá reincorporarse a sus actividades comerciales pronto.
“Me siento bien porque ya puedo salir a la calle de perdida un ratito. Estaba encerrado nomás en el cuarto. No podía ni salir de ahí. Hace como dos semanas me dijo el doctor que ya podía salir al patiecito en la tarde, pero evitando el sol”, expone quien todavía siente un poco de dolor en sus brazos.
Leonel Salazar Cardona ha entrado ya en la última etapa de su recuperación: la veintena de sesiones de terapia física que recibirá en el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) tres días por semana con el fin de recuperar la movilidad en sus manos y sus pies.
Mientras tanto, el hombre originario de Ciudad Juárez, padre de Leonel y de Yarexi y esposo de Cinthia Rivera toma alrededor de cinco tabletas diferentes entre fármacos, vitaminas y calcio a la vez que se aplica la pomada que le ayuda a su piel a recuperarse y a aliviar la picazón.
Desde que fue hecha pública, su historia ha conmovido a muchos habitantes de esta frontera. Por ejemplo, el Comité Médico Ciudadano con sede aquí reconoció su heroísmo y le entregó una placa y una suma de dinero en efectivo.
El día que salió del hospital, un grupo de personas le aplaudió por haber expuesto su vida mientras era subido a la ambulancia que lo llevaría a su casa.
Una vez ahí, las muestras de apoyo no cesaron; se intensificaron: en estos últimos días recibió, por ejemplo, una enorme despensa de manos de unos ciudadanos encabezados por una madre de familia que conocieron su hazaña a través de la prensa. (Fernando Aguilar / El Diario)
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