Abraham Rubio/
El Diario
El mal olor de las aguas negras ha impregnado durante años un sector de la colonia División del Norte. Luego de un recorrido de aproximadamente 800 metros, el líquido verdoso que sale de las alcantarillas termina en una laguna cerca del eje vial Juan Gabriel.
Este problema ha persistido por dos décadas, cuentan los vecinos, quienes aseguran que han presentado enfermedades y complicaciones de salud por la contaminación que causa la fuga.
La ruta de las aguas negras comienza en el cruce de la Privada Francisco Villa y calle Sexta, desde ahí cruza entre estructuras destinadas para los arroyos pluviales y calles para llegar al cruce de Felipe Ángeles y Octava, donde desemboca en un anegamiento ubicado a un costado de las vías del tren.
Marcos Hernández lleva 40 años viviendo en el cruce donde inicia el caudal, y relató ayer que esta situación se presenta casi a diario desde hace unos 20 años.
“La arreglan y cada tercer día o antes vuelve a brotar, aquí nunca está limpio, siempre está así y las cosas siguen igual; los del agua (JMAS) vienen y les preguntamos qué lo ocasiona y nos dicen que se tapa el drenaje por todos lados”, expresó.
Claudia Ramos Vázquez dijo que para la atención de esta problemática se ha acudido a la “Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS), a Presidencia (Municipal) y con César Duarte”, sin embargo asegura que a pesar de tener las firmas de los vecinos no “han hecho caso”.
“Dicen que la van a solucionar pero nada más me sellan los oficios, incluso a la JMAS se lo he entregado y no me han hecho caso, son tres dependencias y las tres no han hecho nada”, dijo.
La vecina afectada dijo que lo único que hicieron en los más de 20 años es la construcción de unas canaletas para direccionar el agua pluvial, los cuales han servido desde su construcción en el año 2009 para cambiar el cauce de las aguas negras.
María Dolores Robles, quien vive en la calle Octava, comentó que “si se van a comprometer a ayudar a uno, pues también que lo hagan y que cumplan su palabra como debe de ser, porque la mera verdad es que sí está perjudicando a las personas”.
Hernández comentó que en baño y cocina, comenzó a llenarse de agua “por lo mismo que se tapa en la calle, por eso tenemos un bote para sacarla”.
Con respecto a la situación, se le hizo saber la queja a la vocera de la JMAS, Adriana Gutiérrez, pero sólo respondió que se tiene que ver cuáles son las condiciones de esa problemática, para ver si hay solución a corto o largo plazo; hasta el cierre de la edición, no dio a conocer el por qué se presenta el brote de aguas negras en dicha intersección.
De acuerdo con los vecinos, la última ocasión en la que se puso el reporte ante la descentralizada fue en el mes de abril, sin embargo no hubo una respuesta. (Abraham Rubio)
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