Horacio Carrasco/
El Diario
El parque vehicular en la ciudad que aumentó este año y que asciende a unas 560 mil unidades, rebasó ya la capacidad de las avenidas principales.
Los embotellamientos, la lenta circulación, los viajes más tardados de un punto a otro y el aumento de accidentes, muestran el colapso de las vialidades, señalan expertos.
Rubén Salcido Morán, coordinador de Movilidad e Infraestructura del Instituto Municipal de Investigación y Planeación (IMIP), dijo que las avenidas más sobresaturadas son, en este orden: la Tecnológico, Francisco Villarreal, De las Torres, bulevar Juan Pablo II, Ejército Nacional, Manuel Gómez Morín y Antonio J. Bermúdez.
Detalló que por ejemplo en la avenida Tecnológico circulan 79 mil 506 vehículos por día en ambos sentidos, de acuerdo con la última medición efectuada del 22 al 29 de abril de este año, dice el funcionario.
Se considera que por un carril vacío, sin que haya interferencia alguna, pueden circular mil 600 vehículos por hora, sin embargo, en zona urbana son solamente mil por hora.
La Tecnológico tiene cuatro carriles con un aforo de 8 mil vehículos en ambos sentidos en la hora de mayor demanda, lo que indica que se halla a su total capacidad.
Es la avenida más saturada de la ciudad con 4 mil vehículos por sentido en las horas de máxima demanda. Esto significa que en cada carril se mueven mil vehículos por hora.
“Es una vía que ya llegó a su capacidad, que no es posible hacerle mejoras para meterle más vehículos y entonces se tienen que buscar otras alternativas”, agrega Salcido Morán.
Alos embotellamientos se suman semáforos con tiempos que no corresponden con las necesidades del tráfico, esperas de varios ciclos de luces para pasar un crucero y obstrucción de vialidades por otra fila de autos.
Para algunos especialistas, el problema radica en que el parque vehicular ha crecido mucho.
El titular de la Recaudación de Rentas estatal, René Franco Ruiz, revela que en la ciudad existe un padrón vehicular de 560 mil 234 unidades.
Hay 27 mil 842 automotores más de los que había hace un año, cuando el registro era de 532 mil 392 automóviles, agrega.
Señala que el padrón vehicular se modifica cada día por los trámites de altas y bajas que hacen los conductores.
“Día con día realizamos altas de vehículos nuevos que se adquieren y se plaquean, así como también bajas de automóviles que van a parar a los yonkes o simplemente que se los llevan a otras entidades federativas”, expresa.
Ahora hay 27 mil 842 autos más de los que había en el mismo mes de 2015, lo cual significa un crecimiento de 5.23 por ciento, dio a conocer.
Salcido Morán, coordinador de Movilidad e Infraestructura del IMIP, dice que el Instituto tiene un programa constante con 54 estaciones maestras y todos los años instalan aparatos aforadores por toda una semana, las 24 horas del día.
Esto se hace para monitorear el movimiento vehicular en la mancha urbana y saber con qué estructura se debe diseñar el pavimento y la forma geométrica de las intersecciones.
Así, se conoce la variación diaria del volumen de tránsito, la variación horaria y las horas de máxima demanda en las principales vías de la ciudad, para saber cuáles están más cargadas.
Después de la Tecnológico, en segundo lugar de aforo se encuentra la avenida Francisco Villarreal con 70 mil 292 vehículos diarios en los dos sentidos. En tercer sitio De las Torres con 67 mil 413 y en cuarto el bulevar Juan Pablo II con 58 mil 832.
En quinto lugar se ubica la avenida Ejército Nacional con 52 mil 695 automotores diarios, en sexto Manuel Gómez Morín con 52 mil 024 y en séptimo lugar Antonio J. Bermúdez con 40 mil 215, de acuerdo con el reporte.
Más accidentes
El director general de Tránsito, Óscar Luis Acosta García, dice que la avenida Tecnológico tiene mucha afluencia vehicular porque es la opción fácil para cruzar de norte a sur y es la más larga en ambos sentidos.
“El problema es que nos ocasiona muchos accidentes, pues entre mayor sea el número de vehículos que pasen por una vialidad, hay mayor probabilidad de accidentes”, agrega.
Eso hace que el índice de accidentes sea elevado en los cruces de esa avenida con vías transversales como Teófilo Borunda, Ejército Nacional y Zaragoza, inclusive en Paseo Triunfo de la República, informa.
“La Tecnológico es la avenida donde tenemos más accidentes, pero también tenemos menos accidentes fatales, porque es muy transitada y es una avenida lenta”, expresa.
En cambio en el bulevar Juan Pablo II, De las Torres y Libramiento Independencia hay más fatalidades porque la velocidad es mayor.
“De las Torres tiene más tráfico que la Tecnológico, tiene más de 150 mil vehículos diarios, eso hace que tengamos accidentes con más gravedad, pues la velocidad es mayor”, menciona.
Acosta dice que “no es que haya algo malo con esas avenidas, sino que se necesita más pericia”.
Una persona acostumbrada a circular lentamente tiene allí mayor probabilidad de sufrir un accidente, esta es una estadística de los países desarrollados, agrega.
‘No se puede improvisar’
Para Agustín González Medrano, expresidente del Colegio de Arquitectos, director de Ingeniería de la Ciudad en el Gobierno 2002–2004 y catedrático universitario, lo que falta es una persona con conocimientos de control de tráfico en la administración municipal.
Dice que es un error destinar a los semáforos entre 45 y 55 segundos a cada cruce.
“Se hace una fila enorme porque el semáforo tarda mucho y luego se cae en el círculo vicioso de prolongar el semáforo porque la fila es muy grande”, expresa.
Afirma que el tiempo máximo que debe tener un cruce es de 20 a 25 segundos y además se debe ordenar el tránsito en las vueltas izquierdas, pues quitan mucho tiempo si no se programan junto con el cruce natural en la misma dirección.
“Se satura el semáforo y la calle anterior se bloquea con la fila que es muy grande, entonces la gente tiene que esperar para cruzar la calle y se queda bloqueando”, indica.
“Pero le dan hasta cuatro tiempos a un semáforo y esos son de 40 segundos, entonces se tarda más de 3 minutos en hacer un cruce”, expresa. Los semáforos tienen mucho tiempo, la mayoría más del doble del que deben tener, advierte el consultor.
No fue posible entrevistar al jefe de Control de Tráfico, ya que el Gobierno municipal no reveló su nombre.
González Medrano comenta que otro problema es la sincronización, que debe ser a determinados kilómetros por hora y señalarse en los semáforos para que un guiador mantenga la velocidad indicada y atraviese hasta el otro lado de la ciudad.
El arquitecto refiere que ahora se registran congestionamientos de vehículos a diferentes horas, en cuanto aumenta el tráfico, en casi todas las avenidas principales:
Tecnológico, Juan Pablo II, De las Torres, Ejército Nacional, Gómez Morín, Triunfo de la República, López Mateos, Plutarco Elías Calles, Paseo de la Victoria, De los Aztecas, Pedro Rosales, Óscar Flores, Waterfill, Antonio J. Bermúdez, Valle del Sol y Juan Gabriel.
“Los guiadores tratan de meterse por otras calles para evitar el desorden vial y sólo consiguen crear más filas, es la muerte a pellizcos”, añade.
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