Maricela Morones/
El Diario
Laura y Lizeth tienen una relación de poco más de seis años, y hace dos comenzaron con un largo y tedioso trámite de adopción.
Sus deseos por formar una familia las impulsó para buscar la adopción, pero en el estado se toparon con una serie de lagunas legales en el Código Civil, que por una u otra razón les retrasaba el procedimiento legal.
“Decidimos irnos a Coahuila, empezamos el papeleo hace dos años, nuestra pequeña no había nacido, pero nosotras queríamos tener el trámite encaminado y hace un año logramos adoptar a nuestra hija, cuando ella tenía un mes y medio de edad”, comentó Lizeth Martínez.
Actualmente la menor tiene un año con casi dos meses, fue aceptada perfectamente por los abuelos, tíos y amigos de la pareja, afirmaron Laura y Lizeth en una entrevista realizada ayer en su hogar.
“Nuestra hija es muy querida, nadie la rechaza, ni a nosotras, nuestra familia sabe todo lo que luchamos por tenerla con nosotros”, afirma mientras carga en brazos a la menor.
Los trámites en Coahuila fueron lentos pero siempre avanzaban, afirma Lizeth al asegurar que encontraron el apoyo de las autoridades en ese estado.
Hace algunos días el presidente de México, Enrique Peña Nieto, firmó una iniciativa para modificar el Código Civil federal y dar paso a las uniones de parejas del mismo sexo, así como a la tramitología para la adopción.
“Con esto, Peña Nieto admite que nosotros existimos, que somos una realidad, él al fin nos reconoce y todo esto gracias al trabajo de activistas desde hace 40 años”, afirma.
Explica que el proceso fue difícil, ya que en ocasiones los nervios las invadían por la incertidumbre de no saber si les iban a otorgar la adopción.
“Nosotros no la encontramos, mi hija nos encontró a nosotros, nos ganó en el primer momento y le damos todo el amor que tenemos”, afirma la madre.
El proceso fue largo, aseguran que pasaron por diversos exámenes psicológicos, médicos, visitas a la vivienda, pláticas con la familia y los vecinos, para constatar que ellas eran la pareja adecuada para la menor.
Actualmente Lizeth se desempeña como abogada y dirigente de la Red de Madres Lésbicas en Chihuahua y Laura se enfoca en labores de administración. “No tienes que ser rico, pero debes de tener solvencia económica para ofrecer una buena vida al menor”, explica mientras acomoda unos juguetes.
“La gente muchas veces discrimina a las parejas del mismo sexo y lo único que hacen es lanzar mensajes de odio contra nosotros, porque generan en la comunidad un acoso hacia nosotros”, refiere mientras juega con la pequeña.
“Nosotros seguiremos en la lucha para que más parejas busquen la adopción, todos tenemos derecho a una familia y esos niños tienen derecho a ser amados y nosotros tenemos ese amor, somos madres de corazón”, puntualiza. (Maricela Morones / El Diario)
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