Blanca Carmona/
El Diario
La etapa de investigación del proceso penal que se sigue en contra de la estudiante de criminología María Guadalupe Pereda Moreno, acusada de asesinar a su pareja sentimental y quién es representada legalmente por la Red Mesa de Mujeres, se reabrió para agregar pruebas que permitan probar que la mujer actuó en defensa propia.
Ayer estaba previsto que se autorizara un procedimiento especial abreviado -donde pretendía que se dictara un fallo absolutorio a María Guadalupe- pero Pereda y sus abogados pidieron que a la carpeta de investigación se sumaran nuevas pruebas, la declaración de dos testigos y un examen psicológico o incluso psiquiátrico con el objetivo de probar que María Guadalupe era víctima de violencia intrafamiliar y que asesinó a su entonces pareja sentimental el abogado Carlos Alberto Balderas Castañeda en legítima defensa.
De probarse esto, la defensa estaría acreditando una excluyente de responsabilidad penal y ella sería absuelta.
Balderas Castañeda –hijo del agente del Ministerio Público, Francisco Balderas- fue privado de la vida el 14 octubre de 2015 en el interior de la casa ubicada en Belice número 890, de la colonia Hidalgo cuando presuntamente María Guadalupe, de 19 años de edad, accionó un arma de fuego en su contra.
De acuerdo a la defensa de la acusada, el arma de fuego fue accionada en legítima defensa y a decir del Ministerio Público se trata de un homicidio calificado y hubo dolo.
“Si bien ocurrió un homicidio, existe la excluyente de legítima defensa. Una persona por el hecho de aceptar ser juzgada a través de un procedimiento especial abreviado no está solicitando que se le aplique una pena o aceptando su responsabilidad. Nadie puede ser condenado si no se cubren los requisitos, esto es que el juez vea si se constituye un delito, si hay alguna excluyente de incriminación. En este caso consideramos que hay una legítima defensa, porque la imputada actuó en defensa de su vida si lo hubiera hechó estaríamos viendo un feminicidio”, señaló el abogado de la Red Mesa de Mujeres, Santiago González.
El litigante indicó que entre la víctima y el ahora fallecido hubo un forcejeo y el arma se detonó en dos ocasiones. Un proyectil pegó en una pared y otro lo lesionó de muerte.
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