Fernando Aguilar/
El Diario
Como la temporada de calor se acerca y con ella sobreviene la proliferación de mosquitos portadores del Zika, la Jurisdicción Sanitaria II anunció que continuará con las acciones preventivas que realiza junto a las direcciones municipales de Limpia y Parques y Jardines.
Mauricio Acosta, director de esa demarcación de la Secretaría de Salud estatal, dijo que esta alianza consiste sobre todo en orientar a la gente sobre los riesgos de tener agua estancada en patios o de conservar objetos donde se pueda acumular, pues es el medio en el que se desarrollan los portadores de este y otros virus como el dengue, del Nilo y el chikungunya.
De acuerdo con el funcionario, las autoridades sanitarias antes consideraban que aquéllos empezaban a abundar con las primeras lluvias, pero ahora han determinado que no necesariamente es así.
De ahí que estas acciones se mantengan durante todo el año pero se fortalezcan cuando inician el verano y la primavera, afirmó.
“El mosco que transmite estos virus ha desarrollado un fortalecimiento en su genética, de tal manera que el frío ya no lo mata”, dijo Acosta, quien anunció entre las estrategias que implementarán está la búsqueda intencionada de este virus y la colocación de trampas especiales en zonas riesgosas.
Si bien la Jurisdicción Sanitaria II ha identificado algunas áreas en donde se concentran con mayor frecuencia, sobre todo en el verano, los mosquitos que transmiten el virus del Zika pueden aparecer en toda la ciudad y especialmente en los patios de las casas.
Ello debido a que, de acuerdo con el funcionario, basta una cantidad mínima de agua para que puedan criarse.
“Hay que recordar que hasta el agua que se acumula en una corcholata es suficiente para que ahí se desarrolle el mosco”, advirtió al explicar que no son las grandes extensiones como las que hay en el Parque Central las que preocupan a las autoridades, sino en los domicilios particulares donde abundan llantas, macetas en desuso y todo tipo de desechos.
Apenas en febrero, investigadores de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) descubrieron que esta especie vivía en el norponiente, en colonias como Anapra y Felipe Ángeles.
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