Local

Quebrantan alergias salud y economía

Fernando Aguilar/
El Diario

2016-03-16

Cada vez que llega la temporada primaveral de marzo y los otoñales de octubre, Adriana saca de su botiquín varias cajas de tabletas y las pone cerca de su tocador. Son la clorfeniramina compuesta, la loratadina y otros fármacos de nombres largos que le calman las molestias de su alergia estacional.
La mujer de 43 años encuentra en estos medicamentos un gran alivio a los síntomas que le provocan el polen y los árboles desde hace 20 años, pero también le significa un golpe a su economía, pues aunque no es muy alto, es constante.
Rubén Villegas Heredia, médico integrante del Colegio de Alergólogos e Inmunólogos del Estado de Chihuahua, explica que estos padecimientos prevalecen durante todo el año, aunque adquieren dimensiones mayores cuando llega esta temporada.
Su incidencia, indica, puede elevarse hasta diez veces, todo debido a que el clima de la región en estos días así lo propicia.
De acuerdo con el doctor, el pasto y el polen de las plantas son dos de los alérgenos que provocan la mayoría de las reacciones de este tipo, lo mismo que los propios árboles moros, que representan un porcentaje importante de los desencadenantes.
Lo que le sucede a Adriana es común en esta estación del año, según datos oficiales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) que indican que los médicos familiares que dan consulta ahí ven unos 400 casos como el suyo cada semana.
Sin embargo, advierte Villegas Heredia, no todas las personas sufren por las alergias. El especialista sostiene que hay familias enteras que nunca experimentarán los síntomas que producen, como sí lo harán quienes estén genéticamente predispuestos.
“Y una vez que aparece la primera vez, el cuerpo reconoce la sustancia que la provoca como un enemigo”, comenta. “Luego se defiende y cada vez que se expone a ella, se inflama”.
Esta inflamación, expone el médico, es evidente en la nariz y los ojos, pero también ocurre en los bronquios. A ella la acompañan los estornudos, la comezón en la nariz y el paladar, el congestionamiento nasal, el lagrimeo, el enrojecimiento de los ojos, síntomas que la profesionista de 43 años ya no confunde con un resfriado común.
El alergólogo explica que quien experimente un primer episodio lo hará en forma repetitiva durante por lo menos unos 50 años.
“Hay quienes van a tenerlas toda la vida”, comenta Villegas, quien expone que los medicamentos que con mayor frecuencia se consumen para aliviarlas son los antihistamínicos.
Muy aparte de que en sus versiones de patente pueden costar entre 200 y 300 pesos cada uno, según el doctor, estos fármacos deben usarse por períodos prolongados, lo que supone un desembolso considerable al pensar que hay temporadas de alergias que pueden durar varias semanas y hasta meses.
“El sufrir una alergia va a ocasionar gastos que pueden ir de 3 mil a 10 mil pesos, con facilidad, en una temporada”, sostiene el alergólogo.
“Y lo más triste es que esos medicamentos no curan nada, únicamente calman la molestia”, dice.
No obstante, para él, el costo más significativo de estos males no es el económico, sino el que, considera, se deriva de usarlos durante largos períodos: comenzar a padecer de afecciones digestivas como la gastritis y la colitis, así como de hipertensión y diabetes.
“Todo medicamento que se usa para tratar la alergia, si se junta, termina desgastando el riñón, el hígado y los huesos. Ese es el gasto más grande: el de echar a perder los órganos tan valiosos. El cuerpo se va consumiendo y puede terminar en forma lamentable si sólo perdemos el tiempo en estar tomando medicamentos”.
Esa es la razón por la cual, el médico considera primordial que quienes las padezcan aprendan a conocer las sustancias que las desencadenan y traten de aprender a vivir con ellas, sobre todo después de asesorarse con los especialistas. (Fernando Aguilar/El Diario)

faguilar@redaccion.diario.com.mx

X