Local

El villano más odiado de la historia

Juan de Dios Olivas/
El Diario

2016-02-18

De cabello estilo “cepillo”, pupilas inquisitivas y ocultas tras unos lentes oscuros, de piernas cortas y zambas que lo inmortalizaron en la famosa canción “La Cucaracha”, aquel militar puso fin al primer gobierno emanado de la Revolución Mexicana, hoy hace 103 años.
Se trata de Victoriano Huerta, quien tomó el poder tras dejar un reguero de cadáveres en la Ciudad de México durante el período conocido como “La Decena Trágica”, que provocaría que nuevamente el país se envolviera en una guerra sin cuartel en la que Ciudad Juárez sería otra vez un objetivo a conquistar a punta de bala y cañonazos.
Esos hechos sangrientos envueltos en intrigas y traiciones que culminaron con la renuncia del presidente Francisco I. Madero y su asesinato tres días después, convertirían al general Huerta, además de presidente de la República, en el villano más repudiado en la historia de México. Incluso hizo llorar a Francisco Villa, a quien intentó fusilar por robar una yegua.
El reguero de cadáveres que dejó en la capital del país sería precedido pronto de una ola de levantamientos armados hasta envolver a México en una guerra sin cuartel.
Alguna vez elogiado por Benito Juárez y reclutado por Donato Guerra, Huerta hizo una carrera militar en el porfiriato y tras usurpar la Presidencia vería su final en El Paso, Texas, el 13 de enero de 1916, víctima de cirrosis hepática e ictericia por adicción al alcohol, dos años después de haber sido depuesto por el Ejército Constitucionalista.
Los restos de Huerta quedarían sepultados primero en el cementerio Concordia y poco después exhumados para ser enterrados en el panteón Evergreen, en El Paso.

De Colotlán al Colegio Militar

José Victoriano Huerta nació el 22 de diciembre de 1850 en Colotlán, Jalisco, cerca de Zacatecas. hijo de padres de la etnia cora.
El escritor Paco Ignacio Taibo II lo describe para el diario Excélsior como un gran bebedor de coñac Hennessy y consumidor de mariguana, características que serían incorporadas por los cancioneros de la época en “La Cucaracha”.
“Es un personaje muy torvo que siempre estuvo apagado, a la sombra, sobre todo en la etapa maderista, y que cuando de repente se da cuenta que puede haber llegado su momento se hace con el control y actúa según su conciencia, su espíritu, su estilo y su pasado”, declara el escritor.
Durante el interinato de León de la Barra, intrigaría y atacaría a las fuerzas de Emiliano Zapata en los momentos en que Madero buscaba la pacificación, buscando que el levantamiento permaneciera.
Por esto último, Madero pensaba separarlo del Ejército pero nuevos levantamientos en Chihuahua, encabezados por el general Pascual Orozco primero y después por Zapata, lo harían reconsiderar y dejarlo al mando de los militares.

La Decena Trágica

Tras encabezar intentos de golpe de Estado, los generales Bernardo Reyes y Félix Díaz fueron derrotados, pero Madero les perdonó la vida y sólo ordenó la reclusión.
Los insubordinados liberaron a Félix Díaz y a Bernardo Reyes, este último muere ese mismo día al intentar tomar el Palacio Nacional. Este hecho provocó que Madero nombrara comandante militar de la plaza a Huerta, quien lejos de combatir a los rebeldes, al día siguiente se puso en contacto con ellos y simuló combates al tiempo que organizaba el golpe de Estado.
El 11 de febrero Félix Díaz y Huerta se reúnen directamente en una casa de la colonia Juárez y el embajador Wilson visita al presidente de la República. Le expresa sus simpatías por Díaz y lo amenaza con la intervención militar en caso de cualquier daño que se cause a los extranjeros.
El 12 de febrero se suspendió la energía en la ciudad, mientras Huerta sigue simulando atacar a los rebeldes y el 13 de febrero los cañones de los golpistas destrozan la “Puerta Mariana” del Palacio Nacional.
El 14 de febrero a pesar de las artimañas de Huerta, los sublevados son sitiados, en tanto Madero explica en una carta al presidente estadounidense William Taft la situación para prevenir una intervención por Veracruz.
Al siguiente día, el 15 de febrero, el embajador Wilson intriga e intenta convencer a los embajadores europeos de la incompetencia de Madero para resolver el conflicto.
En tanto Pedro Lascuráin, ministro de Relaciones Exteriores, y 24 senadores de oposición, solicitan a Madero su renuncia, pero son rechazados. Madero permite a Huerta designar a Aureliano Blanquet como jefe del resguardo del Palacio Nacional.
El 16 de febrero se pacta un armisticio por 24 horas que los rebeldes violan mientras que Huerta es acusado de traición, pero es ratificado por Madero.
El 17 de febrero Gustavo A. Madero, hermano del presidente, con pistola en mano detiene a Huerta y lo acusa ante Madero. Huerta lo niega y promete que en 24 horas detendrá a los rebeldes.
Sin embargo, el 18 de febrero Huerta se desenmascara y se pone al frente de la sublevación. Ordena a Blanquet que tome el Palacio Nacional. Ese día, tras un almuerzo en un restaurante de la Ciudad de México, aprehende a Gustavo Madero y lo manda asesinar.
También ordena la detención del presidente Madero y del vicepresidente. Les promete perdonarles la vida y exiliarlos a Cuba a cambio de renunciar.
El 19 de febrero el Congreso lleva a cabo una sesión extraordinaria donde se presentó la renuncia de Francisco I. Madero. Se nombra titular provisional del Ejecutivo a Pedro Lascuráin y una hora después asume como presidente de México Victoriano Huerta.
Tras días después, la noche del 22 de febrero Madero y Pino Suárez son asesinados durante su traslado a la Penitenciaría de Lecumberri.
Tras 17 meses en el poder, Huerta fue obligado a renunciar por los carrancistas tras tomar a sangre y fuego Torreón y Zacatecas.
De ahí partió al exilio en el mismo barco que uso Porfirio Díaz, pero tiempo después sería capturado por el ejército de Estados Unidos cuando intentaba organizar un levantamiento armado en México y recluido en Fort Bliss por violar las leyes de neutralidad de ese país. En El Paso, Texas, vería sus últimos días quien también fue conocido como “El Chacal”.(Juan de Dios Olivas/El Diario)

(Fuentes: Alan Knight, La Revolución Mexicana; Pancho Villa, Fiedrich Katz; Martín González de la Vara en Breve Historia de Ciudad Juárez y su región; Francisco R. Almada y Armando B. Chávez en Visión Histórica de la Frontera Norte de México; Luis Aboites, en Breve Historia de Chihuahua; www.inehrm.gob.mx; www.sedena.gob.mx).

X