Martín Coronado
El Diario
Por años Pedro repitió su rutina de cruzar a El Paso, Texas, cada fin de semana para surtir parte de su despensa. Desde hace unos meses, cuando el valor del dólar comenzó a repuntar, dejó de hacerlo.
Sus compras del otro lado de la frontera eran variadas “sobre todo artículos de limpieza, porque encontrabas cosas de mucha calidad y a muy buen precio”, dice el hombre de 47 años.
Esta costumbre entre consumidores fronterizos se ha modificado. Desde que el peso comenzó su desplome y la moneda estadounidense su alza se ha visto un fenómeno diferente. Se ha observado que los juarenses están sustituyendo esos artículos que compraban del otro lado de la frontera con productos de este país.
Afloran cazadores de ofertas transfronterizos
La situación se resiente ya en algunas tiendas de El Paso, donde empleados de piso reportan que han tenido una afluencia más baja de lo regular en sus pasillos de abarrotes. Aun se mantiene en algunas áreas como electrónica y de ropa, reportaron en un recorrido realizado por personal de El Diario.
“Ahora todas mis cosas las compro aquí en Juárez, y hace meses que no voy el fin de semana como antes iba, de plano ya no se puede, el dólar está muy caro”, agrega Pedro.
En cambio, va en aumento la cantidad de fronterizos estadunidenses que acuden a territorio mexicano a comprar artículos básicos para aprovechar el tipo de cambio.
Un sondeo realizado por El Diario muestra que algunas de las cosas que comúnmente compraban los juarenses en El Paso ahora cuestan más del doble por el tipo de cambio que en las primeras semanas de este año llegó alcanzar hasta los 19 pesos por dólar.
Especialistas indican que este asunto es fortuito pero benéfico, y que el comercio local debe aprovechar la condición para retener a sus consumidores, pero también para atraer a los estadounidenses y jalar más divisas.
Más dinero aquí
El director de la Cámara Nacional de Comercio, Antonio Ruiz Nájera, indica que el tipo de cambio está provocando un efecto positivo para el comercio, pues llegan más personas que gastan sus dólares aquí, y hay cada vez menos juarenses yendo a El Paso, lo que significa más ventas para los negocios en esta ciudad.
“A nosotros nos ha beneficiado porque la gente se queda más a consumir aquí en la ciudad, el dólar caro hace que la gente piense dos veces antes de acudir hacia El Paso a comprar o a consumir algo”, indica.
El vicepresidente de Centros Comerciales de la Cámara Nacional de Comercio en Juárez, Armando Núñez Alvarado, dice que un indicador clave es la presencia creciente de estadunidenses en los negocios juarenses.
“Sí se ha visto más gente de El Paso, incluso anglos más frecuentemente en la plaza… ya tenían un tiempo que se desaparecieron, varios años pero desde noviembre pasado, agrega.
“Sí coincide (con el repunte en el tipo de cambio) yo creo que sí, siempre se han visto, pero estas fechas que, te platico, de noviembre para acá, es más frecuente y más numeroso”, añade el comerciante.
Estudios de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) y la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) indican que los mexicanos que cruzaban por Juárez gastaron en 2006 una cifra cercana a los 2 mil 400 millones de dólares del otro lado de la frontera.
El indicador no ha vuelto a medirse. Ni la cámara ni autoridades tienen un estudio reciente sobre cuánto dinero cruza la frontera para consumo.
Cuánto vale el dólar
El 9 de mayo del 2013 el dólar alcanzó el piso de esta administración federal, al bajar hasta 11.9950 pesos por uno, según la cotización máxima interbancaria diaria registrada por el Banco de México.
El 21 de enero se alcanzó la depreciación máxima, de 56 por ciento, pues dicha cotización llegó a 18.7525. En mayoreo rebasó los 19 pesos en bancos.
Cuando esas cotizaciones se traducen a compras transfronterizas los resultados son asombrosos.
Un producto que el 9 de mayo del 2013 costaba 10 dólares, se podía comprar en El Paso con el equivalente a 119 pesos.
Para comprar el mismo producto de los mismos 10 dólares, ahora un juarense que va a El Paso necesita invertir unos 182 pesos.
Cuestan más del doble
Si se trata de compras transfronterizas, Juárez empieza a resultar mucho más barato debido al tipo de cambio, sobre todo en la despensa.
Un análisis realizado durante la última semana de enero con 15 productos que son comunes en los carritos del mandado de las familias, reveló al actual tipo de cambio, que hay cosas que cuestan aquí hasta tres veces más baratas que en El Paso.
Por ejemplo, un tubo de pasta dental de marca y tamaño similar, cuesta 2 dólares en tiendas de El Paso, que convertidos a un tipo de cambio de 17.90 (así lo tomaron algunas tiendas de autoservicio el día del sondeo) significan 35.80 pesos. En Juárez el precio del similar fue de 14.99 pesos. El ejercicio se repitió con otros 14 artículos.
De la lista de 15 productos revisados, solamente tres fueron más baratos en El Paso. La carne de res “chuck” resultó allá a la mitad (47%) de lo que cuesta en aquí, mientras que el pollo cuesta 35% menos y el jabón de baño cuesta 20 por ciento menos que en el lado mexicano de la frontera.
Los que resultaron más caros en El Paso fueron: Atún (71%), Huevo (169%) el Tomate (56%), la cebolla (45%), el pan de caja (18%)y el shampoo (195%).
Otros productos que cuestan más en el lado estadounidense de esta frontera son el detergente (50%) la crema corporal (141%), el desodorante (149%) la cerveza (150%) y las galletas (135%), según el sondeo realizado por El Diario.
Debido a eso, poco a poco, los juarenses han ido desistiendo de comprar sus cosas en El Paso.
“Es que no era sólo ir a comprar, también iba a comer, y a pasear, a salir de la rutina, pero ahora todo eso resulta muy caro, así que mejor ya dejé de ir”, dice Pedro.
Se animan paseños
Mientras esto ocurre, los paseños y otros compradores fronterizos del lado estadunidense cruzan acá para comprar en tiendas juarenses.
“A veces está más barato aquí con las especiales, ahorita como está el dólar ahí se dan”, dice Sergio Rico, un residente paseño de origen juarense que vino el fin de semana a pagar una tarjeta.
Dice que su familia se ha convertido en una verdadera cazadora de ofertas transfronterizas.
Aunque en este viaje sólo venían a pagar una tarjeta de crédito, terminaron comiendo tamales, y de paso compraron algunas cosas sobre todo vegetales, que encontraron más baratos que en El Paso.
“Aquí conviene comer, nos sale muy barato comer fuera, donde comemos nos gastamos mínimo 80 dólares, aquí comer fuera nos sale como 30 por ciento más barato”, dice Sergio.
“Ahorita fueron como 20 dólares porque compró tamales, comimos en Tamalitos y Más con Las Hijas del Maíz, por 20 dólares comimos los 3”, indica Guadalupe la madre de familia.
“La docena de tamales costó 140 pesos y allá vale 12 dólares, entonces nos conviene más llevárnoslos de aquí… el sabor de la comida es muy diferente, porque nosotros somos mexicanos, allá lo hacen a producción y aquí lo hacen más rupestre más sabor”, explica Guadalupe.
Carlos Irigoyen, catedrático del Instituto Tecnológico de estudios Superiores de Monterrey campus Juárez y especialista en mercadotecnia de ciudades, dice que el fenómeno tiene una explicación muy simple, el dinero de Estados Unidos vale mucho más ahora aquí.
Juárez dormido
El tipo de cambio, explica el experto en mercadotecnia, es una oportunidad enorme para los comerciantes juarenses, pero la están desperdiciando.
“Nosotros nos tenemos que asegurar de tener una buena oferta de productos, que sean de acuerdo a las necesidades del mercado (de los paseños) y que podamos venderles, porque ellos traen un poder adquisitivo mayor sin ningún esfuerzo”, explica.
En cuanto a los juarenses, también necesitan mucho “cariño publicitario”. La batuta, dice, la deben tomar las cámaras empresariales, para así generar un movimiento económico adicional al que ya existe, y que es en su mayor parte maquilador.
“Lo importante es una estrategia comercial, motivos para hacer que la gente entienda que el tipo de cambio es muy alto para ir a gastar a El Paso y que tenemos aquí productos y servicios de buena calidad que pueden competir con los que están ofertados del otro lado”, agrega.
“Urge una estrategia comercial que incluye hacer campañas de comunicación que les diga a los norteamericanos: vengan a invertir a gastar en Ciudad Juárez. A los de aquí hay que decirles: tenemos productos de muy buena calidad respecto a los norteamericanos”, abunda.
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