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Lleva frutas y verduras hasta el ‘último rincón de la ciudad’

Cinthya Ávila/
El Diario

2016-02-05

Todos los días Enrique Carreón provee su troca de vegetales, frutas, semillas y refrescos y sale a surtir a domicilio la despensa de las familias que habitan en los fraccionamientos más recónditos de la ciudad.
El comerciante contó que al ver la lejanía en que estaban estas viviendas de centros comerciales y tiendas, decidió emprender este modo de venta.
“Recorro los fraccionamientos y la gente sale y me pide lo que necesita. Se les hace más fácil, porque así no tienen que agarrar camión para ir hasta la tienda”, comentó.
Equipado con un megáfono y acompañado de otro vendedor, Enrique se va anunciado por las desoladas calles de las zonas habitacionales del suroriente de la ciudad.
A paso lento perifonea la mercancía que lleva en su vehículo: “Traemos la cebolla, el chile jalapeño, las papas, refrescos, ¿qué necesita?”.
El comerciante acondicionó la parte trasera de su camioneta para acomodar las cajas y le construyó un techo metálico para protegerla.
Apartamentos con los frutos y vegetales de mayor consumo, así como huevos y refrescos, acaparan el vehículo de Enrique.
La jornada, contó el vendedor, comienza desde las 8 de la mañana y termina pasadas de las 4 de la tarde.  En este lapso visita los fraccionamientos que se localizan rumbo a la Ciudad del Conocimiento, en las inmediaciones del bulevar Independencia y la Manuel Talamás Camandari.
La camioneta de Enrique recorre los rincones de los fraccionamientos Haciendas y Valle de Allende. Justo en una esquina una mujer sale de su casa y dice “deme un kilo de tomate y otro de cebolla”. Después de surtirle su pedido regresa a su vivienda.
Roberto Gutiérrez, un habitante del sector, mencionó que siempre está al pendiente de que pase la troca de las frutas para comprar lo que necesita, pues se dificulta el traslado hasta el supermercado más cercano.
“Siempre andamos batallando con eso. No hay ni una tienda cerca y así por lo menos nos llega hasta nuestra casa”, comentó.
Al terminar la jornada Enrique se dirige a la Central de Abastos para surtirse de frutas y verduras y seguir llevando mercancía “hasta el último rincón de la ciudad”.

cavila@redaccion.diario.com.mx 

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