Luz del Carmen Sosa/
El Diario
Tres hermanos paseños, entre ellos una mujer, fueron acusados por un jurado federal en El Paso, Texas, de conspirar para matar en Ciudad Juárez al abogado Francisco María Sagredo Villarreal y a sus hijas Cinthia y Ruth Sagredo Escobedo, esta última ciudadana americana, en hechos ocurridos en el 2008.
Los acusados son Dalia Valencia, de 43 años; Samuel Velasco Gurrola, de 40 y Emmanuel Velasco, de 29 años, este último ya detenido por otros cargos.
El procurador de la vecina ciudad, Richard L. Durbin Jr., informó en conferencia de prensa que la investigación que llevó al arresto de los tres acusados arrojó que de septiembre a noviembre del año 2008 los implicados conspiraron para pagar a alguien que cruzara a Juárez para asesinar a la víctimas.
La primera supuesta víctima de los hermanos fue Francisco María Sagredo Villarreal, asesinado el 3 de octubre dentro de su casa y frente a su familia.
El fallecido fue el creador del letrero que citaba: “Se prohíbe tirar cadáveres o basura. ¡Multa! la polesía” y que exhibía desde el techo de su casa cansado de que arrojaran cuerpos en la calle Río Champotón, según documentó El Diario.
Su hija Cinthia fue la segunda víctima asesinada el 20 de noviembre del mismo año en la casa de huéspedes propiedad de la familia; dos días después su otra hija Ruth fue acribillada junto a Roberto Martínez, quien la acompañaba en el cortejo fúnebre.
Registros públicos establecen que durante la conspiración, Ruth Sagredo Escobedo era esposa de Samuel Velasco Gurrola, ahora detenido por los tres homicidios y quien tiene su domicilio en la calle Sevilla, de la colonia San Antonio en esta ciudad.
Ruth era enfermera del Departamento de Neurocirugía del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas Tech en El Paso, donde también laboraba su esposo Samuel y su colega Roberto Martínez.
De acuerdo con la acusación en contra de los tres hermanos, los homicidios se registraron después de que los arrestados conspiraron en septiembre del 2008 para que las personas mencionadas fueran asesinadas. Ahora los cargos que penden sobre ellos les pueden resultar en una sentencia de cadena perpetua.
El anuncio de la acusación y detención de dos de los hermanos fue hecho ayer por el procurador Richard L. Durbin Jr. , el agente especial de la Agencia Anti-Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), Will R. Glaspy; el agente especial de la Unidad de Investigaciones de Seguridad Interna, Waldemar Rodríguez y el agente especial del Buró Federal de Investigaciones (FBI), Douglas E. Lindquist.
Respecto a lo informado por las autoridades de Estados Unidos, Arturo Sandoval Figón, vocero de la Fiscalía General del Estado (FGE), informó que días atrás el Ministerio Público adscrito a la Unidad Especializada en Investigación de Delitos contra la Vida (UEIDCV) realizó un intercambio de información relacionada con el triple crimen con las autoridades estadounidenses.
Lo anterior se hizo a través de la Agregaduría de la Procuraduría General de la República (PGR) en El Paso.
“Ya se tiene conocimiento de estas detenciones, ya se esperaban, ahora solo resta esperar los procesos legales que enfrentarán estas personas en aquel país”, dijo el portavoz, que confirmó la existencia de órdenes de aprehensión contra los hermanos Velasco Gurrola.
Dalia Valencia y Samuel Velasco fueron arrestados por los agentes federales sin que opusieran resistencia, en tanto Emmanuel Velasco ya se encontraba bajo custodia, debido a que está sujeto a proceso por otra acusación federal junto a Samuel y otras personas, de quienes no se reveló la identidad, por cargos de cargos de narcotráfico y lavado de dinero.
Daphne Newaz, asistente del procurador de Estados Unidos está procesando este caso en representación del gobierno. “Una acusación no debe ser considerada como una evidencia de culpabilidad.
Los acusados se presumen inocentes hasta que se demuestre lo contrario en una corte”, destaca la autoridad investigadora.
Crimen de alto impacto
El 2008 concluyó con más de mil 600 asesinatos en Ciudad Juárez y entre los crímenes de alto impacto que se registraron fueron los ataques contra Francisco María Sagredo Villarreal, de 69 años, y sus hijas Cinthia Judith Sagredo Escobedo, Ruth Sagredo Velasco y Roberto Martínez.
El abogado y empresario fue asesinado el sábado 4 de octubre en la sala de su casa y frente a su familia.
En esa ocasión, la FGE informó que un grupo de hombres, que vestía uniforme militar, ingresó a la casa y el patriarca de la familia trató de poner a salvo a sus seres queridos.
Los hombres, con joyas y dinero en mano, le exigieron que se tirara al piso, pero él les explicó que no podía porque estaba recién operado del corazón. Sólo eso alcanzó a decir porque los asesinos dispararon en su contra y lo mataron.
Sagredo Villarreal fue el creador del letrero que instaló en la calle Río Champotón y que señalaba: “Se prohíbe tirar cadáveres o basura. ¡Multa! la polesía”. También era propietario de una casa de huéspedes que manejaba Cinthia e integrante del grupo denominado La Renata.
El 20 de noviembre del mismo año Cinthia Judith Sagredo Escobedo fue asesinada a las 8 de la mañana a las puertas de la posada San Nicolás, ubicada en la calle Río Champotón.
Dos días después hombres armados interceptaron sobre el bulevar Cuatro Siglos al cortejo fúnebre que seguía la carroza donde era trasladado el cuerpo de Cinthia Judith Sagredo Escobedo. Los sicarios se dirigieron específicamente a la pareja viajaba a bordo de un vehículo Kia Amanti modelo 2004, azul cielo, cuatro puertas con matrículas de circulación 136R, la unidad portaba un distintivo con la leyenda adicional Armed Force Veterans.
Roberto Martínez conducía el carro y Ruth Velasco iba de copiloto, ambos fallecieron al ser acribillados con un fusil de asalto calibre 7.62 x 39mm. (Luz del Carmen Sosa/Con información de Roberto Carrillo/El Diario)
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