Abraham Rubio/
El Diario
La empresa Gasoducto de Aguaprieta, que obtuvo la licitación de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para construir y operar una parte de la estructura de San Isidro–Samalayuca, aclaró que no cruzará por ninguna área natural protegida o sitio terrestre prioritario para la conservación.
En un desplegado publicado en esta edición, la empresa constructora del grupo IEnova informó que el 18 de septiembre fueron entregados la Manifestación de Impacto Ambiental modalidad Particular (MIAP-P) y el Estudio de Riesgo Ambiental modalidad Ductos Terrestres Nivel 0 (ERA-DT) del proyecto “Gasoducto San Isidro – Samalayuca”, ante la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y Protección al Medio Ambiente.
La compañía informó que el proyecto en el que invertirá 360 millones de dólares en dos ductos, necesitará un cambio de uso de suelo en algunas partes del trazo, debido a la presencia de vegetación de desierto arenoso.
La otra parte de la trayectoria de los ductos recorrerá otras zonas en las no se presenta ningún problema, debido a que se localizan áreas suburbanas, agropecuarias, y eriales: lugares que ya han sido modificados por la actividad humana.
En la MIAP-P, la empresa identificó impactos ambientales como la eliminación de vegetación, cambios en el paisaje debido a las actividades que se realizarán durante el proyecto, así como el incremento temporal de las emisiones a la atmósfera y ruido por el uso de maquinaria.
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