Horacio Carrasco Soto/
El Diario
El bordo del Río Bravo presenta una serie de grietas causadas por los escurrimientos de agua producto de las lluvias, se apreció durante un recorrido.
Se trata de resquicios o hendiduras que fueron generadas por los arroyos que se formaron en la corona de la estructura a causa de las últimas precipitaciones pluviales y que en muchos de los casos son profundas.
Algunas de las afectaciones que surgieron en el bordo, hecho de tierra compactada, están en el tramo del bulevar Juan Pablo II comprendido entre la calle Arizona y Prolongación Hermanos Escobar.
Sin embargo, las hendiduras más severas se encuentran entre Rafael Pérez Serna y avenida Del Charro.
La Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), que es la responsable de esa estructura pluvial, no operó ayer, por lo que no fue posible obtener información oficial al respecto.
Dichas aberturas pueden poner en riesgo la circulación de vehículos como las camionetas de los Grupos Beta del Instituto Nacional de Migración y las pick ups de la Policía Municipal que recorren el bordo.
También a los miembros de varios grupos de ciclistas y múltiples clubes de corredores que utilizan esa vía para entrenar.
En julio del año pasado y durante varios meses, la CILA cavó agujeros en el bordo del río Bravo y adentro de ellos puso capas de arcilla a manera de columna con el fin de reforzar la tierra.
Esto fue hecho a modo de barrera para en caso de un desborde de agua en temporada de lluvias.
Las capas de reforzamiento constan de diversos bloques que miden 25 centímetros, aproximadamente.
Una vez que secaba la primera capa, se colocaba encima la siguiente hasta alcanzar la superficie, dijo entonces Enrique Muñoz, subdirector de Proyectos de Conservación de la dependencia federal.
Las labores de excavación iniciaron en esta ciudad y se extendieron unos 146 kilómetros al oriente hasta llegar al Valle, agregó.
Los trabajos fueron parte de la red de infraestructura hidráulica de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para hacer frente a posibles precipitaciones pluviales, dio a conocer.
“Es para parchar el bordo del Río Bravo, para colocar material compactado y que quede firme ya que ése es un bordo de protección para las aguas en caso de que crezca el río”, indicó.
De acuerdo con lo observado ayer, los parches de barro se encuentran en buenas condiciones. (Horacio Carrasco / El Diario)
hcarrasco@redaccion.diario.com.mx