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Obra causa daños a casas, denuncian colonos

Edwin López/
El Diario

2015-07-06

A150 metros de la alcantarilla que provocó la intoxicación y muerte de tres trabajadores la semana pasada, se encuentra otra obra que lleva tres meses sin terminar, denunciaron residentes del fraccionamiento Jardines de Santa Mónica.
Además de la mala imagen, el cierre de la circulación vehicular y el olor a gas que penetra hogares, ropa y automóviles, las casas han comenzado a sufrir daños estructurales a causa de las excavaciones, dijo Juan Ríos, vecino del sector.
Señaló que el pasado sábado recibió una llamada de su hijo, Héctor, avisándole que ya no metería los autos a la cochera por temor a un hundimiento en su vivienda.
Héctor habita la casa con su padre, esposa y dos hijos. El viernes, al retroceder en su vehículo para salir de la cochera, escuchó que tronó el suelo. Al bajar detectó partes del piso levantadas y baldosas quebradas donde se ubicaba el auto.
Además, las paredes más próximas a la alcantarilla también parecieron afectadas. Juan señaló al menos 22 cuarteaduras en las paredes; 12 de éstas en la habitación que se encuentra arriba de la cochera.
Casi todas se extienden del suelo hacia el techo, con orientación diagonal. “Y cada día notamos más”, indicó el colono.
El Diario contactó a la JMAS y a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para que expresaran su postura al respecto, pero difirieron su comentario hasta culminar una investigación sobre el caso.
La familia Ríos ya no habita su hogar por miedo de un hundimiento próximo. Juan sospecha que los daños fueron provocados por una filtración del agua acumulada en la alcantarilla frente a su casa hacia la tierra debajo de ésta.
Este flujo, añadió, podría haber creado una base húmeda y así provocar los problemas estructurales. 
La alcantarilla se encuentra abierta desde hace tres meses, sin embargo, desde hace 30 días la obra está parada, informaron varios vecinos aun antes del accidente del jueves pasado, donde murieron intoxicados tres hombres que realizaban obras en una alcantarilla del fraccionamiento.
Montones de arena, cordones amarillos y conos naranjas rodean el área. La alcantarilla no tiene más de dos metros de profundidad, y su condición revela aguas negras acumuladas en un colector abierto.
Aun más, los vecinos se quejan del olor a gas que invade su hogar a diario y que sigue sin resolverse.
Cecilia Vega, vecina de los Ríos, dijo que aun y cuando lamentan lo que sucedió con los trabajadores, “tenemos el derecho de exigir que se termine esto lo más pronto posible”.

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