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‘Como somos indígenas piensan que pueden hacer lo que quieran’

Horacio Carrasco/
El Diario

2015-07-06

Los policías municipales acuden a la colonia Tarahumara a robarles su dinero a los habitantes, inclusive los golpean y los “avientan” lejos de su comunidad, denuncian los moradores tras el asesinato de uno de los colonos a manos de elementos de dicha corporación.
Los oficiales se aprovechan de la actitud de los rarámuris, quienes generalmente guardan silencio ante los abusos y no presentan denuncia, expresa la gobernadora María Rosalinda Guadalajara Reyes.
“Como somos indígenas piensan que pueden hacer lo que quieran”, agrega.
“Los maltratan porque nunca dicen nada, no ponen una denuncia ni nada, por eso es muy fácil que cometan abusos contra ellos”, dice.
Carlos Jaris Cruz de 20 años de origen rarámuri fue ‘levantado’ el domingo pasado alrededor de las 8:00 de la mañana por agentes municipales. Testigos aseguran que el hombre se quedó dormido frente al comedor de la colonia tras festejar un día antes la graduación de su hija. De ahí fue llevado a base de golpes para encontrarlo a las 10:52 de la noche del mismo día muerto en una brecha cerca del Camino Real, a la altura de la calle Navojoa.
El homicidio transtornó a toda la comunidad tarahumara quienes temen ahora por sus hijos, pues juegan en el parque y en la calle.
La gobernadora María Rosalinda Guadalajara Reyes asegura que ha procedido a interponer algunas denuncias por esos abusos policiacos en contra de su comunidad, pero que ni siquiera les han dicho si han procedido o no.
Ahora existe mucho temor entre la comunidad porque no se sabe qué va a suceder si los policías agarran a los niños cuando anden en el parque, en la calle o junto a la iglesia, expresa.
Los abusos que cometen los policías municipales contra los tarahumaras son “nomás por costumbre”, indica.
La colonia Tarahumara se ubica al pie del cerro que tiene un mensaje sobre la Biblia, a la orilla de un enorme arroyo, al surponiente de la ciudad y en ella residen unas 140 familias en 70 viviendas.
Los moradores utilizan llantas con tierra para hacer escalones en los cerros, así como tarimas de madera como barandales y colocan láminas con piedras en los techos.
La comunidad cuenta ya con alumbrado público, electricidad, agua potable y hasta teléfono.
Pero no hay nomenclatura, el dispensario médico luce cerrado y en la iglesia no hay nadie que atienda aunque la puerta está abierta.
Lorena Cano, integrante de esa comunidad, dice que los policías van a la colonia solamente a quitarles el dinero a los hombres porque andan tomados.
Agrega que los preventivos “sí han venido, muy pocas veces, a hacer vigilancia”, pero generalmente acuden solo a acechar a los varones que beben.
Pero no habían matado a nadie, ya que normalmente les quitan el dinero, a algunos los golpean y ya se van, apunta.
Lo que sucedió el domingo, cuando supuestamente dos oficiales mataron a golpes a un tarahumara, es algo nuevo y causa mucha indignación entre la comunidad, agrega.
María Rosalinda Guadalajara Reyes, gobernadora de la comunidad rarámuri en Juárez, dice que cuando en esa colonia llaman a la Policía por algún problema de inseguridad, las patrullas tardan mucho en llegar.
En esta ocasión se les llamó por un problema familiar en una vivienda y una patrulla atendió el caso sin mayor problema, pero aparte acudió otra unidad sin que hubiera necesidad de su presencia allí, agrega.
“Simplemente vieron a ese muchacho dormido afuera del comedor, de allí lo levantan con golpes, le dan patadas y las personas que vieron les dijeron que cómo eran abusivos, que por qué lo golpeaban”, expresa.
Carlos Jaris Cruz de 20 años había festejado la noche anterior que su hija de 6 años se graduó de preescolar y al amanecer se quedó dormido frente al comedor comunitario.
Cecilio Ceballos Durán, director de la Escuela Primaria Bilingüe Tarahumara, dice que en ese plantel de tiempo completo atienden aproximadamente 60 niños, de los grados de primero a sexto, para lo cual disponen de siete docentes frente a grupo.
Los tarahumaras en esa zona sí tienen apoyos, como el comedor comunitario, donde les llevan los productos y ellos mismos preparan los alimentos, indica.
Pero existe un cierto grado de vulnerabilidad que hace necesario brindarles una mayor atención, sobre todo en cuestión de salud y seguridad, pues hasta la escuela ha sido robada, agrega.
El vocero de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, Adrián Sánchez Contreras, pidió a los vecinos de la colonia Tarahumara que acudan a presentar quejas por esos abusos, ya sea ante la Fiscalía General del Estado, la Dirección de Asuntos Internos o el secretario César Omar Muñoz Morales.
Agregó que este es un buen momento para que acudan a llevar sus testimonios a cualquiera de esas instancias y les pidió que recuerden los números de las patrullas y la fisonomía de los agentes para presentar su queja, pues “ahora con este problema van a salir denuncias a la luz y el secretario está pendiente para atender todas esas cuestiones”.
Y en caso de que se trata de los mismos agentes que ya están detenidos, pues hay que aprovechar que ya están consignados a la Fiscalía, indicó. (Horacio Carrasco/El Diario)

hcarrasco@redaccion.diario.com.mx

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