Local

Temen vecinos de colector vivir sobre ‘bomba de tiempo’

Horacio Carrasco/El Diario

2015-07-04

“La madrugada antes de que ocurriera el accidente, nos despertó un olor tan fuerte que teníamos que taparnos la nariz con las sábanas porque estaba adentro de nuestras recámaras”, dice Irene Velázquez Pérez, residente del fraccionamiento Bosques de San José.
“O sea que estuvimos expuestos todos los vecinos también”, agrega en referencia a la intoxicación con gases de cuatro empleados –de los cuales murieron tres– que trabajaban en la reposición del colector Doblado, que corre por la calle Juan Kepler.
Refiere que desde hace años se registra un mal olor que entra a las viviendas por las cañerías y luego brota por los resumideros de los baños y en otras partes de las casas.
“En las mañanas, al abrir cualquier llave de la regadera o de los lavabos se mete el gas así… ¡horrible!”, expresa. “Nuestros carros son bombas de gas cuando nos metemos, el gas sale por las coladeras y se mete a ellos”.
Al despertar es siempre el problema y muchas veces también en las tardes, cuenta.
Dice que tienen 15 años con esa casa y desde que surgió el problema de los malos olores son ya varios años, mismos que han estado pidiendo ayuda a la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS) y los técnicos han acudido “nada más a dar la vuelta porque no han puesto solución”.
Al parecer la tubería está en declive y en ese sector es donde se acumula todo, entonces las casas más cercanas al colector que corre por la calle Juan Kepler son las que tienen el mayor problema, agrega.
“Siempre estamos quemando velas para quitar los malos olores y ayudarnos a estar mejor”, da a conocer.
Otra vecina que reside justo enfrente de donde murieron los trabajadores el miércoles, en el cruce de las calles Juan Kepler y Colegio México, dice que un olor muy fuerte emana por la cañería del patio trasero y en los baños, sobre todo cuando se les deja un lapso sin agua.
“Es un olor muy fuerte y desagradable, es algo que no había pasado antes”, cita. Inclusive acaban de reemplazar el colector y aun así persiste la pestilencia.
Un residente del cruce de las calles Santa Mónica y Santa Felisa, del fraccionamiento Jardines de Santa Mónica, dice que llevan tres meses con un enorme hueco abierto en la calle justo frente a su casa, donde se aprecia el flujo del colector.
El hoyanco mantiene bloqueadas las cocheras de dos domicilios, representa un peligro para los niños y es un foco de contaminación para todo el fraccionamiento, pues emana un olor fétido que resulta insoportable, agrega.
Desde que abrieron ese hoyo a media calle, como parte de los trabajos de reposición del colector Doblado, la pestilencia entra a las viviendas por las cañerías y brota por los resumideros de los baños, de los lavabos y hasta de los patios, expresa.
Los vecinos expresaron su temor de que ese mal olor sea ácido sulfhídrico o gas metano y vaya a causar daño a su salud, sobre todo a los niños.
El jueves, personal del Área de Explosividad y Monitoreo de Redes de la JMAS detectó niveles “muy altos” de ácido sulfhídrico en el colector Doblado, donde el miércoles murieron tres trabajadores y uno más está internado al intoxicarse con los gases.
Los técnicos abrieron varias alcantarillas en la calle Juan Kepler y detectaron mil partes por millón de ácido sulfhídrico, cuando lo normal para trabajar sin protección es de 0 a 10, informaron.
Los especialistas utilizaron un detector de atmósfera y otros equipos que dieron lecturas de niveles “normales” de oxígeno y “tolerables” de metano, aunque este se halla hasta en 20 por ciento.
Comentaron que los niveles más altos de ácido sulfhídrico se detectaron en el cruce de las calles Juan Kepler y Bosque de los Arrayanes, justo frente a la entrada al fraccionamiento Bosques de San José, donde hay “una caída” de aguas negras que sale de la unidad habitacional.
En ese punto, el flujo cae al colector desde una tubería más alta y la cascada agita mucho el agua, lo cual favorece la generación del citado compuesto venenoso, se informó.
Pero la causa principal de que se genere el ácido sulfhídrico es el intenso calor, el cual provoca que baje el nivel del PH (potencial hidrógeno) y eso hace que el agua se vuelva más ácida y se produzca más sulfuro de hidrógeno.
Aparte de lo anterior, los técnicos presumen que existe un taponamiento en el colector, en algún punto cercano y eso provoca que el gas venenoso se concentre en ese punto y se eleven tanto los niveles de toxicidad.
Fernando Mota Allen, director de Protección Civil, dijo que él pidió a los directivos de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS) que hicieran la medición de los niveles de gases peligrosos.
“Ya la Junta de Agua detectó ese problema y se va a poner a trabajar para poder resolverlo”, agregó. “Ese es un trabajo que ellos hacen de manera cotidiana y es algo ordinario”.
“Seguramente que van a resolverles el problema a los vecinos, porque todo hace suponer que se trata de un taponamiento que está impidiendo que las aguas residuales fluyan hacia el nivel más bajo, entonces van a buscar dónde se encuentra el problema para corregirlo”, expresó.
El funcionario dijo que no existe riesgo para los vecinos y pueden estar tranquilos, pues no van a intoxicarse porque las concentraciones de gases que brotan en sus casas son bajas.
Los trabajadores que se intoxicaron en el colector ingresaron en una atmósfera cerrada, sin ventilación alguna, era un espacio confinado donde había una concentración muy elevada de contaminantes, agrega. (Horacio Carrasco/El Diario)

X