El Diario
2015-07-03
Personal de la Dirección General de Desarrollo Urbano clausuró ayer tres negocios de la avenida Juárez y notificó a quienes los ocupaban que el motivo fue por no demostrar la propiedad legal.
Los tres establecimientos denominados Burritos Meny, National Unity y Baños Públicos Pepe, que se localizan en el número 656 de esa avenida, casi en la esquina con la calle Tlaxcala.
Ahí, inspectores del Municipio colocaron sellos de clausura en las puertas de los negocios y entregaron una notificación a los comerciantes para que se presenten ante la Desarrollo Urbano.
El Diario solicitó una entrevista al titular de esa dependencia, Eleno Villalba Salas pero declinó otorgarla.
Sin embargo, la comerciante Silvia Aguayo Meléndez, propietaria de los locales clausurados, indicó que es la segunda ocasión en que el Municipio le cierra y que al solicitar una explicación al funcionario municipal éste le explicó que fue por no comprobar la propiedad,
Indicó que Villalba Salas le informó que Desarrollo Urbano fue demandado por una persona que reclama la propiedad, lo que obligó a clausurar en tanto se resuelve quien es el propietario.
Lo anterior, pese a que los tres negocios cuentan con sus licencias de funcionamiento y otros documentos que las autoridades les exigen y que ayer mostraron para cuestionar la actuación del Municipio.
Aguayo Meléndez señaló que obtuvo sus permisos precisamente porque cuenta con la documentación de la propiedad que adquirió hace ocho años.
Añadió que un particular apoyado por un funcionario estatal reclama la propiedad y el municipio les está apoyando y es la segunda vez que le clausuran.
“Vienen a clausurarme porque supuestamente yo no soy dueña de la propiedad, eso es lo que dice el señor Villalba, que yo no soy la dueña de la propiedad, tengo 8 años en este local, el 656 que vienen siendo estos tres locales, el restaurante, los baños y la compañía de seguros”, refirió,
Señaló que cuando compró la propiedad se encontraba en ruinas e incendiada y ella con su esfuerzo logró rescatarla.
“Cuando yo compré esta propiedad estaba quemada, se la compre al señor Juan José Ortiz, el me vendió barato porque todo estaba quemado; pagué 240 mil pesos hace cinco años ante una notaría. Se hizo un contrato de compraventa ante notario donde se pactó pagar en plazos mensuales”, dijo. (Juan de Dios Olivas)