Horacio Carrasco/
El Diario
Los trabajos en el cruce de las calles Juan Kepler y Colegio México están detenidos, tras la muerte de tres trabajadores y el estado de gravedad de otro, luego de que ingresaron a una alcantarilla para bloquear el flujo del colector Doblado y se intoxicaron al respirar el gas metano.
Una retroexcavadora y una pala mecánica permanecen inmóviles, junto a montones de tierra, cerros de grava y arena, pilas de ladrillos, maderos y los llamados “trafitambos” anaranjados.
Los vecinos del fraccionamiento Jardines de Santa Mónica observan y guardan silencio.
No se aprecia a nadie que cuide los equipos, ni los materiales de construcción, ni la obra donde se halla el colector abierto con su flujo de aguas negras que corre a velocidad.
Juan Esparza, el guardia del sector, dice que los empleados entraron con costales de tierra a la alcantarilla, pues querían detener el flujo de aguas negras para secar el lugar y construir más adelante otro pozo de visita.
“¡Se metió uno y en cuanto se metió se desmayó!”, agrega. “Entonces metió otro para sacarlo y ya no pudo, también se quedó allí”.
“Y luego se metió otro a sacarlos y lo mismo… en total, se metieron cuatro”, continúa. El gas que se produce en las aguas negras los envenenó en cuanto lo respiraron.
“Cuando llegaron los bomberos sacaron a uno nada más, pero ya casi muerto”, platica.
“Después llegó otra máquina de bomberos, pero tardaron mucho en sacar a los otros tres… y los sacaron pero ya muertos”, agrega.
Estaban a unos 120 metros de concluir su trabajo y les faltaba hacer una última alcantarilla; ya tenían listos los ladrillos y el material para hacer la mezcla.
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