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El Diario
El Ministerio Público (MP) presentó una nueva acusación contra dos hombres que presuntamente eran parte de una banda dedicaba a secuestrar médicos y quienes ya enfrentaban un proceso diverso por otro plagio, esto debido a podrían salir libres en la otra causa.
Los sospechosos son José Luis Corona Luján y Javier Reyes Pérez alías “El Drako”, ambos se encuentran recluidos en el penal estatal número 1, llamado Aquiles Serdán.
En la última acusación presentada por una agente del MP adscrita a la unidad Antisecuestros de la Fiscalía General del Estado zona Norte se establece que el 31 de enero de 2011 como a las 7:40 de la tarde la víctima y su esposa comenzaron a cerrar el consultorio donde ambos laboraban y al dirigirse a su camioneta, fueron interceptados por los delincuentes.
En su declaración ante el MP la esposa de la víctima señaló que ese día vio a un muchacho que caminaba hacia ellos y luego a otro hombre que cruzó un callejón, ambos se acercaron a ellos y ella alcanzó a salir corriendo, pero su esposo fue golpeado y subido contra su voluntad a un vehículo.
“Uno de esos individuos sujeto a mi esposo y lo golpeó con una pistola que sacó de entre sus ropas y entre ambos individuos patearon a mi marido cuando ya se encontraba en el piso, lo levantaron y entre ambos lo subieron a una camioneta color obscuro, luego yo pedí ayuda”, declaró la esposa de la víctima cuya identidad es reservada.
Posteriormente los secuestradores se comunicaron con la familia del dentista y solicitaron un rescate de un millón de pesos; después iniciaron las negociaciones y se acordó el pago de 21 mil pesos; una camioneta Voyager junto con la documentación ya endosada; un calentón eléctrico; una computadora antigua y un DVD.
Datos extraoficiales indican que Pimentel Arreola fue torturado, por lo que se espera que un juez de Distrito le otorgue un amparo para que los actos de vejación –como las primeras declaraciones en las que hablan del plagio del dentista- queden sin valor de prueba.
El juez Félix Aurelio Guerra Salazar dictó el auto de vinculación a proceso contra ambos hombres y dejó vigente la medida cautelar de prisión preventiva por un plazo de dos años.
La Voyager con las llaves puestas, el dinero y los artículos adentro fue estacionada sobre la calle Ponciano Arriaga junto a un supermercado.