Martín Orquiz/
El Diario
Con una serie de pequeñas obras en torno al Paso Inferior Vehicular (PIV) de la Avenida 16 de Septiembre, autoridades municipales tratan de prevenir que el túnel se inunde durante la temporada de lluvias. Sin embargo, construir una infraestructura completa para evitar que todo el Centro Histórico se anegue por las precipitaciones, cuesta 430 millones de pesos.
“Apenas lo acababan de abrir y se les llenó de agua, eso que no tenía ni tres o cuatro semanas abierto, a ver cómo les va este año”, comentó Ernesto Núñez, un comerciante de la zona.
El pasado 22 de septiembre, una lluvia que duró algunos minutos bastó para inundar la estructura subterránea que estaba recién inaugurada. Esta circunstancia puso en evidencia las fallas de la obra que fue construida por el Gobierno federal para librar las vías del ferrocarril que pasan sobre la Avenida Francisco Villa.
“Estuvo feo, aquí se nos metió el agua, duramos días limpiando”, contó la trabajadora de un negocio de la Avenida Benito Juárez que sólo se identificó como Alicia.
Tanto ella como otras personas entrevistadas expresaron temor de que la situación se repita a pesar de una serie de “topes” que fueron edificados sobre esa vía para tratar de evitar que el agua pluvial “corra” hacia el túnel.
Los problemas de la ciudad en esta materia “son muchísimos”, advirtió el director del Instituto Municipal de Investigación y Planeación (IMIP), Vicente López Urueta.
Se ha hecho el cálculo de que se requieren 3 mil millones de pesos para abatir ese conflicto, dijo.
“Nunca los vamos a conseguir juntos (el dinero), pero se ha trabajado con Conagua (Comisión Nacional del Agua) paso a paso. Lo primero que se quiere atender es el Centro de la ciudad”, expresó.
Para lograrlo se conformó una mesa de trabajo con representantes de Conagua, Departamento de Hidrología de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), IMIP, Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS), Obras Públicas y Desarrollo Urbano que dirige el presidente municipal suplente, Javier González Mocken.
Los proyectos ejecutivos para el manejo de agua en el Centro Histórico ya están listos, se realizaron en el IMIP para controlar el problema. Aunque falta “bajar” los recursos, es uno de los temas principales de la mesa interinstitucional.
Mientras se realizan esas obras, por lo pronto se está haciendo limpieza para que las instalaciones existentes, la Acequia Madre y la Acequia del Pueblo, tengan capacidad de desfogue.
La semana pasada se anunció una inversión de 169.6 millones de pesos que será aplicada en 44 acciones para desazolvar, limpiar y rehabilitar 17 diques de la zona urbana y 10 de la conurbada, además de seis cauces y 11 colectores.
De esos sitios se calcula que se extraerán casi un millón 300 mil metros cúbicos de materiales, dio a conocer Pablo López Arzate, subdirector estatal de Asistencia Técnica Operativa de la Conagua.
Las obras tienen el propósito de proteger a los juarenses contra el agua pluvial que baja de la Sierra de Juárez.
Durante un recorrido realizado por El Diario a lo largo de la Acequia Madre, que atraviesa la colonia Bellavista y llega al Centro, se pudieron detectar acumulaciones de basura que son las que luego forman taponamientos que podrían obstruir la corriente.
López Urueta indicó que en la actualidad están funcionando de forma adecuada las bombas del túnel de la 16 de Septiembre después de lo que se padeció en septiembre del año pasado.
Además, se construyó un bordo “pompeyano” en la salida norte que da hacia la avenida Benito Juárez para evitar en lo posible la entrada de agua, también se están limpiando los colectores en lo que llegan los recursos para las obras que reducirán la posibilidad de alguna situación de riesgo.
Explicó que se trata de siete proyectos, que tienen un costo aproximado a los 430 millones de pesos.
El primer planteamiento que se hizo fue determinar por dónde sacar el agua del Centro, la única posibilidad rápida que existe es “aventarla” a la Acequia Madre, pero resulta que va ocupada generalmente en la época de lluvias debido a la dotación que se recibe de Estados Unidos por el Tratado de Aguas.
Entonces se pretende “frenar” el agua que llega a la Acequia Madre por las compuertas, ya sea de lluvia o del Tratado, para desviarla con otras compuertas hacia el Viaducto Gustavo Díaz Ordaz.
Así, la Acequia Madre quedará libre a lo largo de su cruce por el Centro de la ciudad con la posibilidad de descargar ahí el agua de lluvia.
Se estableció además que se deben construir una serie de conexiones en la Acequia Madre, una a la altura de la Plaza Balderas con la Acequia del Pueblo, que corre por el eje vial Juan Gabriel, pasa por detrás del Hospital General de Zona 35 del (IMSS) y va a conectarse al Dren 2A a la altura del Parque Central.
“Se está buscando también la posibilidad de que el agua que cae en el paso a desnivel de la avenida de los Insurgentes se vaya a la Acequia del Pueblo y ya no tener esa problemática tan frecuente”, mencionó en director del IMIP.
Dijo que los servicios meteorológicos pronostican para este año lluvias abundantes, así que en prevención de lo que pueda suceder personal del Municipio se está encargando de al menos limpiar para que la infraestructura y la capacidad instalada estén en condiciones adecuadas para que pueda pasar el agua.
El año pasado también se hizo y, de no haber sido por esa limpieza, la situación hubiera estado peor en el Centro.
El funcionario explicó que una de las situaciones que provocó la inundación en el Paso Inferior Vehicular de 16 de Septiembre es que no existía el bordo “pompeyano” y que no trabajaron las bombas extractoras.
“Algo sucedió, todavía no estaban listas, no arrancaron a tiempo y eso provocó la inundación, la que finalmente fue resuelta en 7 u 8 horas; no debe suceder eso, pero no fue una cosa que durara inundada varios días”, añadió.
El año pasado, personal de Obras Públicas del Municipio estableció que la anegación del Paso Vehicular Inferior ocurrió porque en esa zona cayó mucha lluvia que, en lugar de irse por los laterales acondicionados para ese fin, lo hizo por el punto más bajo que encontró: el declive del paso inferior vehicular.
Para prevenir que ese fenómeno vuelva a presentarse se construyó la rampa en la salida norte del túnel.
Dijo esperar que esta vez esté todo listo con limpieza y preparación de las bombas.
Luego de la inundación del túnel 16 de Septiembre, las autoridades procedieron a retirar las estructuras que comerciantes habían construido sobre la Acequia del Pueblo desde hace aproximadamente 50 años, aunque sólo demolieron media docena que estaban en la intersección de Francisco Villa, Ignacio Ramírez y Manuel Bernal.
“Aquí la gente es muy cochina, tira botellas de plástico, papeles, toda su basura, claro que se va a la acequia por esas rendijas”, mencionó Manuel Rodríguez, un comerciante del área señalando hacia las aberturas en la banqueta que dan hacia el canal y donde aún existen construcciones.
A lo largo del acuífero se edificaron locales comerciales, viviendas, edificios de dos pisos, hasta el carril confinado con planchas de concreto para el ViveBús.
Recordó que el año pasado trabajadores municipales rompieron el pavimento para sacar “miles” de botellas de plástico que estaban obstruyendo la corriente en ese punto y funcionarios afirmaron que ese fue un factor para que el túnel se anegara.
Información oficial dada a conocer por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), establece que el paso inferior tiene una longitud de 715 metros, está dividido en tres carriles y su costo fue de 265.6 millones de pesos.
Fue abierto de forma permanente al tráfico vehicular el 5 de septiembre de 2014, mientras que su construcción comenzó en noviembre del 2012.
“Ojalá que ahora sí le echen ganas (las autoridades), porque si no se les va a hacer alberca otra vez”, comentó Andrés Torres, un comerciante ambulante en esa zona. (Martín Orquiz / El Diario)
morquiz@redaccion.diario.com.mx