Martín Coronado
El Diario
Como parte de los trabajos del Programa de Movilidad Urbana fue construida una glorieta sobre la nueva Avenida Miguel de la Madrid, pero no conecta con ninguna otra calle.
La obra, que no tiene ninguna utilidad práctica, implica que los conductores hagan dos altos seguidos, aunque simplemente no hay de dónde venga otro auto, pues nadie entra a la glorieta.
Tampoco se justifica como retorno, pues en cada extremo de dicha glorieta existen espacios destinados a que los vehículos den vuelta en “U”.
En el primer proyecto dado a conocer por el Municipio, se muestra la glorieta como un acceso del Parque Industrial Juárez, pero la glorieta que ya está terminada, e incluso tiene señalamientos, se construyó totalmente cerrada.
Es decir, no tiene conexión vial alguna con el conjunto de naves industriales que queda a medio kilómetro de ahí, y que tiene acceso directo al Libramiento Manuel Talamás Camandari.
A pesar de que la glorieta ya está terminada, en el lugar existen restos de cemento que se quedaron pegados al concreto hidráulico, lo que complicará su retiro.
Además de la glorieta sin conexiones, en la zona siguen los problemas de señalamientos y obras terminadas sin abrir.
El acceso del Libramiento Talamás Camandari a la Miguel de la Madrid aún no es construido, pues hay una afectación a una maquila que aún no se ha negociado.
Pero en el otro sentido, de Talamás Camandari al Libramiento, la vialidad está terminada desde hace más de dos meses, aunque no ha sido abierta y se mantiene bloqueada con barreras de concreto.
Eso significa que todo el trabajo hecho en la Miguel de la Madrid en el tramo de Talamás Camandari a Enrique Pinoccelli, con un costo de 91.2 millones de pesos, sirve de poco, los vehículos no pueden tomar el Libramiento, a pesar de que ese cuerpo de la calle ya está terminado.
La gente que intenta usar la Miguel de la Madrid para llegar de norte a sur al Libramiento Manuel Talamás Camandari, tiene que regresarse.
“Está bien lo que andan haciendo, pero que sigan arreglando lo que falta, no sé qué esperan, se supone que si ya está listo ya debería estar funcionando”, dijo David Navarrete, de 32 años, y empleado de una maquiladora que pasaba por ahí y se tuvo que regresar por la Miguel de la Madrid en sentido contrario, pues las barreras de concreto no lo dejaron tomar el Libramiento.
Criticó que no hay señales que indiquen que la calle está cerrada, y sólo está la mitad de las barreras. El conductor dijo que al tratar de usar esa vialidad, perdió al menos los 5 ó 10 minutos que normalmente utiliza para ir a su casa.
Durante el recorrido de 15 minutos realizado ayer, al menos 5 vehículos tuvieron que realizar la misma maniobra.